Hay quienes tienen facilidad de palabra e interacción, y "robarse el show" durante una fiesta, reunión familiar, de trabajo o entre amigos, les es fácil. Sin embargo, no todos tienen esa destreza, y lejos de estar felices con su condición de silencio o, de que hablen y nadie les haga caso o nadie reaccione, quisieran ser escuchados tanto como los demás.
Si estás en esa lista no te preocupes, hay métodos para cambiar el resultado la próxima vez que tengas una buena idea y desees que otras personas te escuchen.
A continuación te comparto algunos consejos al respecto que encontré en una ocasión en un artículo de EHow y que me parecen muy acertados.
1. Selecciona tu comunicación verbal con cuidado. A veces, sólo cambiar algunas palabras en una oración hará que otros te presten atención. Usa palabras que sepas que llamarán la atención de las otras personas de tu grupo. Por ejemplo, si sabes que la gente es fanática de los deportes, inicia tu frase con una analogía deportiva.
2. Consigue la atención de la audiencia antes de hablar. A veces, la gente empieza a hablar mientras que otros se dedican a sus propias conversaciones. Es posible que desees esperar por un descanso en la conversación para tener un buen momento para intervenir, ya que si interrumpes a otros puede ser menos probable que te escuchen. Para llamar la atención, aclara tu garganta o di algo como "Disculpen, pero tengo algo importante que decir".
3. Pronuncia las palabras con claridad. Si hablas entre dientes o tartamudeas, es poco probable que otras personas te presten atención. Habla con claridad y confianza al tratar con los demás, así será más probable que te escuchen.
4. Utiliza un lenguaje corporal que demuestre confianza cuando hables. Si mantienes tu cabeza baja y te mueves mucho, le enviarás a tu audiencia una señal de que no estás seguro de lo que estás diciendo. Mantén los hombros hacia atrás y el movimiento al mínimo. Tampoco debes estar totalmente quieto al hablar. Logra un buen equilibrio entre una postura confiada y un movimiento limitado, pero atractivo cuando hables.
5. Mantén un buen contacto visual con las personas que estés hablando. No mires por encima del hombro o alrededor de la habitación cuando hables. Mira a tu audiencia a los ojos, pero no fijamente --rompe un buen contacto visual después de unos segundos con cada miembro de la audiencia.
6. Emplea la inflexión de la voz apropiada cuando hables. Un tono de voz que no tiene inflexión va a aburrir a una persona, y su mente empezará a divagar. Levanta y baja tu voz en los momentos adecuados mientras hablas.
Pon estos consejos en práctica y te aseguro que tu voz empezará a cobrar tono en lo que te propongas. Recuerda que básico es tener confianza en ti, en tus ideas, en tu visión de la vida.
En tus manos está.
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
¡Gracias por existir, compartir y estar!