5 pasos para afrontar las pérdidas en la vida

Como bien dicen, si algo tenemos seguro en la vida es el cambio. La cosa es que el cambio, a la gran mayoría, sea provocado de una manera intencional o que sucede sorpresivamente, nos llega a aterrar, a generar miedo, molestia, inconformidad y hasta depresión, dependiendo lo que sucedió.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.
self portrait.
self portrait.

Como bien dicen, si algo tenemos seguro en la vida es el cambio. La cosa es que el cambio, a la gran mayoría, sea provocado de una manera intencional o que sucede sorpresivamente, nos llega a aterrar, a generar miedo, molestia, inconformidad y hasta depresión, dependiendo lo que sucedió.

La vida nos puede cambiar en un segundo y hasta cuando es para bien, podemos experimentar pérdidas o cambios en todas las áreas de nuestra vida. Dicen los expertos que algo tan simple como mudarnos a una nueva casa, además de ilusión implica pérdida de todo lo que vivimos por años en otro lugar y enfrentarnos a una nueva experiencia. Va más allá cuando se trata del rompimiento de una relación, un matrimonio, el fallecimiento de un ser querido, un sueño, anhelo o meta truncados, la pérdida de una entrada económica, de un trabajo y hasta una desilusión. Cada persona se conoce mejor que nadie y sabe qué realidad, nuevas circunstancias, se resiste a aceptar.

Es muy frecuente que más que la aceptación la confundamos con adaptación o resignación, lo cual no es lo mismo que reconocer y aceptar las circunstancias.

En su libro, "Ya no seas codependiente", su autora, Melody Beattie menciona que Elisabeth Kübler-Ross fue quien primero identificó las etapas, 5 pasos, mediante los cuales los seres humanos aceptan y viven un proceso de pérdida, que ahora mismo te comparto, para que logres tener una vida más plena en medio de los cambios, pérdidas o nuevas circunstancias:

Negación

La palabra lo dice todo pero te comento: es cuando nos negamos a aceptar o a reconocer la realidad. Dice Melody Beattie que es cuando "hacemos todo y nada para que las cosas vuelvan a estar en su lugar o nos decimos nada está ocurriendo. Son momentos donde lo abrimos las puertas de par en par a la ansiedad y el miedo. Puede ser que te rehúses a creer en la realidad, ("¡esto no puede ser!"); negar o minimizar la importancia de la pérdida ("No es para tanto"); negar cualquier sentimiento que exista acerca de la pérdida ("No me importa"); o evitarla mentalmente", durmiendo, obsesionándote, manteniéndote ocupado.

Es importante tener claro que la autora explica que "cualquier cosa que neguemos no la negamos por ser estúpidos, necios o deficientes. Ni siquiera nos mentimos conscientemente". "La negación no es mentir", explica NoeI Larsen, un psicólogo con licencia. "Es impedirte saber lo que es la realidad."

"La negación es la que absorbe el shock para el alma. Es una reacción instintiva y natural al dolor, a la pérdida y al cambio. Nos protege. Nos guarda de los golpes de la vida hasta que podemos reunir nuestros otros recursos para afrontarlos", explica.

Ira

La ira puede ser racional o irracional. "Dependiendo de la naturaleza de la pérdida, podemos estar un poco malhumorados, un tanto enojados, verdaderamente furiosos o atrapados en un arrebato de cólera sacudidor. Podemos culpar por nuestra pérdida a nosotros mismos, a Dios, o a cualquiera que esté a nuestro alrededor".

Y este es el paso que, según la autora, es un arma de doble filo pues es donde confrontamos y decimos hasta lo que nunca creímos que saldría de nuestra boca al confrontar a las personas llegando a la violencia incluso. Y para enfrentar una verdad negada por mucho tiempo es necesario, por lo general buscar ayuda profesional.

Regateo

Explica la autora y con base en investigaciones que esta es la fase en donde queremos condicionar. Por ejemplo: "Si mi cónyuge y yo vamos a terapia, no tendremos que perder nuestra relación". En otros casos las personas piensan cosas más absurdas como la mujer que cree que si tiene la casa limpia, se conserva joven y cocina para su marido, esté ya no le volverá a ser infiel.

Depresión

Cuando lo anterior no funciona es cuando, como dicen en mi tierra, "éramos mucho y parió la abuela", es cuando llega la tristeza, desesperación y en todo caso la depresión.

"Esta etapa del proceso comienza cuando humildemente nos rendimos, dice Esther Olson, una terapeuta familiar que trabaja con la pena, o, como ella le llama, "con el proceso de perdón". Desaparecerá, dice ella, sólo cuando se ha trabajado completamente el proceso".

Aceptación

Tras haber negado, hecho berrinche, regateado y hasta pasado por la depresión, llegamos a la aceptación.

"No es un resignado y desesperado darse por vencido, una sensación de ¿de qué sirve? o de 'no puedo luchar contra eso por más tiempo', aunque también escuchamos tales afirmaciones", escribió Elisabeth Kübler-Ross.

Explica Melody Beattie, que "la aceptación no debe confundirse con una etapa feliz. Es un nivel casi vacío de sentimientos. Es como si el dolor se hubiera ido, y la lucha hubiera terminado... Estamos en paz con lo que es. Somos libres de quedarnos; libres de continuar; libres de tomar cualquier decisión que necesitemos tomar. ¡Somos libres! Hemos aceptado nuestra pérdida, sea esta menor o significativa. Se ha vuelto una parte aceptable de nuestras circunstancias actuales. Estamos a gusto con ella y con nuestra vida"

Ya tienes entonces, de la mano de esta reconocida autora, quien en más de 20 años de carrera ha publicado casi dos decenas de libros. Ahora, si estás viviendo algún cambio, pérdida o similar, ya tienes cómo identificar cada uno de los pasos, evita brincarte alguno y tómate el tiempo de vivir cada uno como se debe, pues también hay quienes parece que van en un elevador que pasa por todos los pisos a la vez pero no se queda en ninguno y termina mareándose, pasando de la negación a la ira, al regateo, a la depresión y de uno al otro sin permitirse vivir, sanar, aprender de cada paso lo que debe.

Y recuerda: ¡Sonríe, agradece y abraza tu vida!

Sobre todo: ¡a Vivir, gente! VIVIR.

TAMBIÉN VE:

ADEMÁS:

Los beneficios de la meditación

Close

What's Hot