Yo no quiero ser presidente de EE.UU.

Si tuviera que decidir hoy, por algún candidato que resuelva todos los problemas americanos, no dudaría en vota por David Copperfield, porque únicamente un mago (y de los buenos) puede sacar a este país del tobogán con caída libre en que se encuentra.
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WASHINGTON, DC - JUNE 28: A protester holds an American flag during a demonstration in front of the U.S. Supreme Court, on June 28, 2012 in Washington, DC. Today the high court is expected to rule on the constitutionality of the sweeping health care law championed by President Barack Obama. (Photo by Mark Wilson/Getty Images)
WASHINGTON, DC - JUNE 28: A protester holds an American flag during a demonstration in front of the U.S. Supreme Court, on June 28, 2012 in Washington, DC. Today the high court is expected to rule on the constitutionality of the sweeping health care law championed by President Barack Obama. (Photo by Mark Wilson/Getty Images)

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Si tuviera que decidir hoy, por algún candidato que resuelva todos los problemas americanos, no dudaría en vota por David Copperfield, porque únicamente un mago (y de los buenos) puede sacar a este país del tobogán con caída libre en que se encuentra.

Para quien no lo conoce, David Copperfield es un mago-ilusionista de los mejores en su género, conocido por sus famosos trucos como hacer desaparecer la Estatua de la Libertad, volar (sin ningún aparato) sobre el Gran Cañón y atravesar caminando las gruesas paredes de la Gran Muralla China.

¿Y porque debemos buscar a un gran mago para ocupar el salón oval de la Casa Blanca en el próximo periodo?

La respuesta es muy sencilla, estamos inmersos en una gran bataola, que ninguna persona "normal" puede sacarnos.

Los cuatro jinetes del apocalipsis

Desde el comienzo del siglo XXI el mundo ha sido azotado por los cuatro jinetes del apocalipsis...

  • La crisis de seguridad internacional que comenzó con el ataque terrorista a las torres gemelas, repitiéndose en Madrid, Londres, India y continúa hoy en varios países, apoyados por dictaduras, seguida por los cambios en los regímenes de gobierno del oriente medio.
  • La crisis alimenticia mundial, sumada a las sequías que azota a la mitad del mundo y las inundaciones a la otra mitad, destruyendo en ambos casos los campos sembrados y disminuyendo la producción de alimentos mundiales, aumentado aún más, los costos de las materias primas, golpeando los bolsillos de los más necesitados.
  • La crisis financiera y económica, consecuencia de la crisis inmobiliaria y bancaria que azota a todo el mundo del sistema capitalista internacional, y su resultado inmediato que se reflejara en una recesión y contracción de los mercados mundiales que mantiene a varios países de la zona Euro al borde de la bancarrota, provocando índices de desocupación real superiores al 30% de la población activa.
  • La actual crisis social en países del medio oriente en donde el petróleo es la razón fundamental del mantenimiento de regímenes dictatoriales y teocráticos, que lleva a la crisis demográfica, movilizando personas entre países y continentes.

Desgraciadamente estas cuatro crisis mundiales y sus ramificaciones, como los cuatro jinetes del apocalipsis, no tienen miras de acabar, por el contrario están arrasando a su paso con sociedades completas.

Números

Los números son preocupantes, quien tome las riendas de este caballo desbocado que se llama Estados Unidos de Norte América tiene que lidiar con estos datos:

  • Convivimos 308,745,538 habitantes, según el censo del 2010, con un pobre crecimiento anual del 1%.
  • El 51% de la población está concentrada en nueve estados: California, Texas, New York, Florida, Illinois, Pennsylvania, Ohio, Michigan y Georgia.
  • En estos nueve estados están radicadas el 62% de las Corporaciones con mayor crecimiento de EE.UU. y el 77% de las Corporaciones de alta tecnología de EE.UU..
  • Y curiosamente, estos nueve estados están hoy al borde de la bancarrota.

¿Donde está el problema?

En los Estados Unidos de América la población envejece y empobrece rápidamente. La ecuación es simple, las bajas tasas de nacimiento de niños ricos sumados al alto índice de mortandad de jóvenes pobres, más el próximo retiro de los "baby bomb" ha provocado el envejecimiento de la población, por esta razón el próximo gobernante tiene el desafío de cubrir las necesidades de las personas ancianas y, al mismo tiempo, las urgentes demandas laborales de los jóvenes.

Un desglosado del informe del Censo 2010 señala que la población de entre 45 a 64 años ("baby bomb") suma un total de 81.5 millones de personas o 26% de la población general, y los mayores de 65 años alcanzar un total de 40.3 millones de personas, es decir que en los próximos años la población de retirados se duplicara y el gobierno necesitara duplicar el dinero para Medicare, Seguro y pago de jubilaciones. En contraposición el número de estadounidenses menores de 18 años suma un total de 74.2 millones o 24 por ciento de la población nacional, de conservarse este número (seguro así será), el número de menores de 18 años será igual al número de mayores de 65 años, sumando entre ambos el 50% de la población de los Estados Unidos.

El problema es que cuando se creó el sistema de jubilación o retiro, había seis trabajadores por cada retirado, ese número en la década de 1950 (pos guerra) bajo a cuatro por uno, ahora por lo que vemos es dos por uno, o sea que dos trabajadores deberán aportar los suficiente para pagar el retiro de una persona mayor de 65 años y a su vez mantener a sus hijos menores de 18 años, esto es imposible.

¿Y en el mundo?

Debemos comprender que la población mundial esta desigualmente repartida sobre la superficie de la Tierra.

En siete países, (China, India, Brasil, Indonesia, Nigeria, Bangladesh y Pakistán, que totalizan 3.524 millones de habitantes), está concentrado el 50.34% de la población mundial y si lo analizamos por continente, de cada 100 personas que habitan en el mundo, 59 viven en Asia, 14 en África, 10 en Europa, 9 en América Latina, 7 en América del Norte y una en Oceanía. (en América del Norte la división es EE.UU. 4.0, México 2.5 y Canadá 0.5)

Las cifras de personas que carecen de lo básico para sobrevivir con un mínimo que garantice un nivel elemental de salud son altas y representan el 75% de la población mundial, por ejemplo, más de 1,200 millones de seres humanos no tienen acceso al agua potable; 2,500 millones carecen de vivienda digna, existen 1,500 millones de personas mal nutridas, de los cuales 550 millones son niños menores de cinco años (la mayoría de ellos morirá antes de su adolescencia) y otras 2,000 millones de personas padecen anemia por falta de hierro; incluso en grandes ciudades más de 1,500 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud y 2,500 millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales.

Los próximos cuatro años

Tengo amigos en ambos partidos, los demócratas que saben de política quieren que gane Romney y los republicanos que saben de economía quieren que siga Obama, y ambos dicen lo mismo, "cualquiera que gane, tendrá una lucha tan desgastante que desprestigiara al partido", preferimos que la batalla lo haga el otro y volver triunfantes en cuatro años. Porque realmente quien ocupe el Salón Oval desde el 2013, tendrá muchos problemas para resolver, internos y externos, económico y sociales, donde la política deberá mostrar su lado humano (si es que lo tiene) para resolver temas muy profundos. La crisis europea continuará por dos o más años, y golpeará fuertemente la economía mundial, ya estamos viendo como China comienza a tambalear, buscando en el consumo interno la caída de las exportaciones.

Tal vez en los Estados Unidos de América debamos hacer lo mismo, comenzar a crear una estructura de gobiernos estatales pequeños, reduciendo el gasto, privilegiando la salud, la educación y la seguridad, otorgando rebajas impositivas para incentivar la creación de empresas y consecuentemente nuevos empleos, haciendo que la rueda del consumo interno vuelva a gira a la velocidad necesaria para salir adelante.

No quisiera estar en los zapatos del nuevo (o viejo) inquilino de la Casa Blanca, el desafío es mantenerse de pie en un mundo que no deja de temblar, sabiendo que el futuro de los ciudadanos americanos, y de su partido está en sus manos.

Hasta la próxima

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