Todos los muertos son buenos

Domingo Perón hablaba mirando a la izquierda y gobernaba mirando a la derecha, pero que después de la muerte de Perón, pasaron de la ultra derecha de Carlos Menem a la ultra izquierda del matrimonio de Néstor y Cristina Kirchner.
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Imágenes superimpuestas de un abrazo entre Juan Domingo Perón y Evita y otro entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández, en venta en el Museo del Bicentenario de Buenos Aires. El kirchnerismo está tratando de convertir a Kirchner en un mito y abundan las imágenes suyas junto a grandes personajes de la historia argentina. Foto del 21 de noviembre del 2012.(AP Photo/Natacha Pisarenko)
Imágenes superimpuestas de un abrazo entre Juan Domingo Perón y Evita y otro entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández, en venta en el Museo del Bicentenario de Buenos Aires. El kirchnerismo está tratando de convertir a Kirchner en un mito y abundan las imágenes suyas junto a grandes personajes de la historia argentina. Foto del 21 de noviembre del 2012.(AP Photo/Natacha Pisarenko)

domingo peron

En mi Argentina natal existen y existieron dos partidos políticos mayoritarios que encabezan las elecciones, la Unión Cívica Radical, que a pesar de su nombre siempre fueron de centro derecha, aunque en la época del presidente Alfonsín se alinearon a la social-democracia europea, y el Movimiento Justicialista, que mientras vivía su fundador, Juan Domingo Perón, hablaba mirando a la izquierda y gobernaba mirando a la derecha, pero que después de la muerte de Perón, pasaron de la ultra derecha de Carlos Menem a la ultra izquierda del matrimonio de Néstor y Cristina Kirchner.

Recuerdo que el 1 de julio de 1974, cuando muere Juan D. Perón, su más directo rival, Ricardo Balbín, presidente de la Unión Cívica Radical, le dedica unas sentidas palabras frente a su féretro. Fue un discurso conmovedor de despedida a un amigo, a un compañero, más que a un adversario político. Palabras que nada tenían que ver con aquellas dichas por Balbín, cuando Juan D. Perón vivía, porque donde antes decía dictador se escuchaba Presidente, donde decía corrupto se escuchaba político, donde decía tramposo se escuchaba luchador... Recuerdo que le pregunte a un Senador Nacional de la Unión Cívica Radical, el porqué de ese cambio de palabras, y luego de mirarme fijamente (yo tenía 22 años), me dijo: -Todavía sos muy joven, pero ya aprenderás que nunca conviene pelear contra un muerto, porque en la lucha política: "Todos los muertos son buenos".

Ahora casi cuarenta años después, la historia se repite en otro país latinoamericano, y lo que leo y escucho de aquellos que están en las antípodas del Chavismo, es similar a aquella época. Según los discursos y ceremonias de despedida, resulta que Hugo Chávez Frías entrego su vida por su pueblo, y al igual que un nuevo Mesías iluminado, fue crucificado por la redención de las almas de sus seguidores, incluso fue una rara mezcla de Martin Luther King con Mahatma Gandhi o algo así... que si bien, comprendo que esto es lo que cree Nicolás Maduro, dudo mucho que sea lo que piensan Henrique Capriles y sus seguidores, pero es lo que se desprende de todos los discursos.

En el fondo mi amigo tenía razón, y el anti chavismo sabe que en política no conviene pelear contra un muerto, y menos contra "este muerto", alguien que intento ser en vida, una mezcla moderna del Che, Fidel y Bolívar, pero que lo único que logro es quedar impreso en las camisetas como el primero, ya que no pudo aferrarse a la vida como el segundo, nunca comprendió al tercero, y al único personaje histórico que se pareció fue a Luis XIV que decía: "El estado soy yo".

Realmente este moderno Luis XIV, para demostrar que "El Estado era El", en los últimos catorce años, efectuó cambios en su país de todo lo que encontró a su paso, desde el nombre mismo del país, la bandera, la constitución, los composición de los partidos políticos, el nombre de los ministerios, las reglas de información y comunicación, el sistema económico, el huso horario, los libros de texto infantiles, hasta el día de conmemoración de la bandera nacional, para tomar algunos ejemplos que recuerdo.

El 5 de marzo comenzó a redactarse la historia de un muerto que cada día será más bueno, porque poco a poco pasara de la leyenda a la mitología del pueblo, y en poco tiempo se erigirá un templo a "San Chávez", para adorarlo y pedirle por sus milagros, un muerto que resucitará cual Cristo a partir del tercer día, para apoyar desde la TV a los candidatos chavistas en las nuevas elecciones, porque según lo establece la constitución venezolana, deberá haber nuevas elecciones presidenciales en treinta días, y esos días serán cruciales para los ciudadanos venezolanos, porque dependerán de la forma que cada grupo político utilice la memoria del muerto para acceder al sillón vacante.

Recuerdo ahora que el sucesor de Luis XIV, el conocido Rey de Francia, Luis XV, fue quien dijo "Después de mí el Diluvio", espero que ese presagio no ocurra en Venezuela, donde la lucha política deberá ser limpia y transparente. Las anteriores elecciones por la presidencia de Venezuela terminaron 55% a 45%, a favor de alguien que ya no está, y en treinta días el auto declarado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, deberá demostrar que "el sayo" no le queda grande, y el opositor Henrique Capriles deberá "robarle" al muerto ese 10% de votos que le darán la victoria para asumir la presidencia de un país que dejo de herencia "el muerto", divido, convulsionado y al borde del precipicio.

Hasta la próxima

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