México... y ahora ¿quién podrá defendernos?

La herencia que recibirá el nuevo presidente de México no será fácil de remontar, más en un marco internacional totalmente adverso. A los sesenta mil muertos que dejo la fracasada lucha contra el narcotráfico, se le debe sumar el aumento de la pobreza, que acrecienta la división de clases sociales, y por supuesto el malestar de lo más perjudicados, donde la única alternativa de los jóvenes es ingresar en los cárteles o pandillas del narcotráfico. Antes podían soñar con migrar a los Estados Unidos, en busca de un futuro mejor, pero ahora muchos están regresando por la falta de oportunidades laborales, y porque las leyes inmigratorias son cada día más duras.
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La herencia que recibirá el nuevo presidente de México no será fácil de remontar, más en un marco internacional totalmente adverso. A los sesenta mil muertos que dejo la fracasada lucha contra el narcotráfico, se le debe sumar el aumento de la pobreza, que acrecienta la división de clases sociales, y por supuesto el malestar de lo más perjudicados, donde la única alternativa de los jóvenes es ingresar en los cárteles o pandillas del narcotráfico. Antes podían soñar con migrar a los Estados Unidos, en busca de un futuro mejor, pero ahora muchos están regresando por la falta de oportunidades laborales, y porque las leyes inmigratorias son cada día más duras.

El México del siglo XXI necesita cambios muy profundos, que no se lograran sin un consenso económico-social de todos los partidos políticos existentes, y que deberá llevar a cabo el nuevo inquilino de Los Pinos, quien tendrá mucho trabajo para hacer, debiendo asumir un liderazgo único, para afrontar los factores internos y externos de México, aunque dadas las circunstancias, en donde reina la desconfianza entre las diversas fuerzas políticas, veo con mucho pesimismo que esta unión patriótica es una utopía.

Creer que las políticas del siglo pasado son aplicables en este siglo, lleva a los errores cometidos en Europa y América de Norte, ni el socialismo (aunque lo maquillemos como del siglo XXI), ni el capitalismo (conservador o liberal o como queramos titularlo), podrá vencer las desigualdades (económicas, sociales, culturales y educativas), que conlleva esta tecnológica globalización, en donde los centros financieros reordenan la vida de los ciudadanos, (ejemplo Grecia, Portugal, España).

El nuevo presidente de México deberá repensar algún sistema de gobierno, en donde un maestro sea más importante que un bancario, un anciano más respetado que un narcotraficante, y los jóvenes elijan educarse y trabajar, en lugar de traficar y asesinar.

No será fácil, y como veremos el panorama es bastante complicado...

México inseguro

Desgraciadamente la inseguridad es el mayor problema en la actualidad, en un principio, muchos mexicanos no se preocupaban por el narcotráfico, pues la guerra entre carteles, matanzas y otras desgracias pasaban muy lejos de las principales ciudades de México. Pero ahora las cosas han cambiado, los carteles de México tienen poder y transitan por las calles tranquilamente, sin que nadie pueda detenerlos. La realidad es que la sub-economía del narcotráfico ha ayudado indirectamente a la mejora económica del país, siendo un porcentaje muy grande de su 'comercio exterior", en donde las "exportaciones" del 80% de las drogas producidas en México o recibidas en México, tienen su destino en los Estados Unidos, a cambio de las "importaciones" de armas que en un 72% vienen de los Estados Unidos. Hasta ahora los gobernantes mexicanos, vieron como esta economía sumergida estaba ayudando al país, "total la droga la consumen los gringos", ahora ven que, si bien los muertos por drogas son gringos, los muertos por balas son mexicanos, obviamente sabían que esto iba a explotar en algún momento, con todo el dinero que genera la droga y más teniendo al mayor consumidor del mundo en las fronteras, era lógico que iban a empezar las peleas entre los carteles por territorios y mercado, y es lo que está ocurriendo ahora.

México corrupto

Según el CEESP, el costo anual de la corrupción en México es cercano a 1.5 billones de pesos, o sea el equivalente a casi la mitad del prepuesto de gastos generales de toda la Federación, que en el 2011 fue de 3.5 billones de pesos, y casi siete veces el gasto en educación de todo el país, esto hace que en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial (WEF), el Estado de Derecho en México tenga un desastroso desempeño al ocupar el lugar 134 de 142 países. El problema radica que el sólo siete de cada mil delitos de corrupción acaban en una sentencia de cárcel, lo que representa una impunidad del 98%. Pero no hay un solo culpable, los ciudadanos creen que solo los políticos son los únicos corruptos, mientras le dan una "mordida" al agente de tránsito o al policía, para evitar consecuencias por sus faltas. Esto hace que nadie se atreva a mirarse en el espejo.

México desigual

En el país existen 21 millones de personas que viven en pobreza alimentaria (pobreza extrema) y 52 millones de personas en pobreza patrimonial (al borde de la pobreza extrema), si tomamos en cuenta que el censo 2010 dice que el total de ciudadanos mexicanos son 112 millones, debemos asumir que el 65% de los mexicanos viven bajo la línea de pobreza. Entre los factores que determina esta desigualdad social, debemos analizar el nivel de educación, la experiencia laboral, los diferentes niveles de esfuerzo, los riesgos asumidos, el patrimonio heredado y los diferentes tipos de discriminación. Por supuesto la clave está en los niveles de educación, que son determinantes en los niveles de ingreso que se generan y éstos tienen una relación directa con la productividad, con la que se inserta una persona en los mercados laborales.

México vende menos

La economía mexicana está orientada a las exportaciones, más del 90% del comercio se encuentra regulado en tratados de libre comercio (TLC) con más de 50 países, pero es el NAFTA o Tratado de Libre Comercio de América del Norte el que más negocios produce, ya que el destino del 85% de sus exportaciones van a Estados Unidos y Canadá, siendo totalmente dependiente de los vaivenes políticos y económicos del Norte de América. Por supuesto que este es el desafío del siglo XXI, ya que las crisis americanas y europeas repercutirán desfavorablemente en la economía mexicana. Una muestra de esto es el retroceso en las exportaciones petroleras, que cayeron el 13,6 % anual en el 2012, ante el bajo consumo de combustible en los Estados Unidos.

México no crece

El pronóstico de crecimiento para México en este año bajo a 3.8%, desde el 4.1% estimado previamente, debido a la desaceleración que muestra la economía mundial, y tomando en cuenta que la inflación rondara el 4% anual, hace que el crecimiento real sea negativo. Pero esto no es novedad, entre 2006 y 2012, la economía mexicana ha registrado un crecimiento promedio de 2.3%, por debajo del crecimiento mundial de 3.6% en igual periodo, y el PIB per cápita creció 2.9% contra una inflación de 4.2% en igual lapso, lo que daría un crecimiento real per cápita negativo, para la economía mexicana, en el ultimo sexenio.

México envejece

La población mexicana está envejeciendo rápidamente, en 1995 el promedio de vida era de 73 años, en el 2010 de 80 años y se espera que en el 2020 sobrepase los 84 años. Esto es una excelente noticia para la población, pero una mala noticia para las finanzas de México, (gastos de jubilación, medicina, hospitales), para ser más exactos, en 1995 había en México cuatro millones de personas de más de 65 años, en el 2010 los retirados superaban los diez millones, y en el 2025 serán más de veinte millones. Otro factor es la tasa de fecundidad, que en el 2000 era de 2,1 hijos por pareja, en el 2020 se estima que no superara el 1,6, o sea que será menor que la tasa de remplazo generacional, inclinando peligrosamente la balanza demográfica, a este paso, en el 2025 veremos por primera vez, desde la Revolución de 1910-1921, decrecer a la población de México.

El futuro de México

No será fácil luchar contra la inseguridad, la corrupción y la desigualdad, no será fácil lograr la unidad política y social de todos los mexicanos, no será fácil olvidar desprecios y peleas que no llevan a ningún puerto... es muy importante vencer los egoísmos partidistas, los temores sociales, los orgullos personales... porque solamente los habitantes de México deben intentar y probar que SI SE PUEDE, ningún político, ningún tecnócrata, ningún "experto" lo hará por ellos, el futuro de México está en las manos de sus ciudadanos, UNICAMENTE.

Hasta la próxima.

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