Descifrando el lenguaje corporal, las manos

Siempre soñamos con leer la mente de los otros, ¿Qué piensan?, ¿Qué esconden?, ¿Nos dicen la verdad?, ¿Nos mienten?, ¿Qué cosas nos ocultan?, ¿Qué dicen cuando dicen lo que dicen?...
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Siempre soñamos con leer la mente de los otros, ¿Qué piensan?, ¿Qué esconden?, ¿Nos dicen la verdad?, ¿Nos mienten?, ¿Qué cosas nos ocultan?, ¿Qué dicen cuando dicen lo que dicen?...

Nuestros movimientos nos delatan

Según los psicólogos, el 91% de nuestra comunicación no es verbal, únicamente expresamos con palabras el 9% de nuestras emociones, pero fundamentalmente nuestra verdad la transmitimos en movimientos, gestos y expresiones. Sin querer le informamos al otro lo que realmente pensamos, sin filtros diplomáticos, sin malabarismos verbales, nuestra boca puede decir: "Que bien la pase anoche en tu fiesta", pero nuestro cuerpo dirá: "Si me quedaba en casa viendo una película y tomando cerveza me hubiera divertido mucho más".

El lenguaje corporal es todo lo que trasmitimos por medio de movimientos o gestos, delata completamente nuestros sentimientos y percepción acerca del tema o la persona con la que estamos interactuando, al platicar con una o varias personas, reflejamos y enviamos miles de señales y mensajes a través de nuestro cuerpo, fundamentalmente, las manos.

Las manos hablan...

Tocarse la cara... A punto de tomar una decisión
Entrelazar los dedos... Muestra más autoridad que el otro
Tocarse la oreja o el oído... Se sientes inseguro frente al otro
Frotarse las manos... Desea terminar la reunión
Rascarse la nariz... No le interesa lo que el otro dice
Golpear ligeramente los dedos... Impaciente
Tomar su cabeza por detrás... Seguro de sí mismo, soberbia
Acomodarse el cabello... Debilidad, inseguridad
Apoyar el cabeza sobre las manos... Aburrido
Manos abiertas sueltas... Sincero
Manos abiertas apoyadas en el cuerpo... Inocente, fácil de manipular
Manos con las palmas hacia arriba... Pide disculpas o perdón por algo
Manos en las caderas... Presta atención y disposición
Manos agarradas en la espalda... Preocupación, impaciencia
Puños cerrados... Enojo, furia, ira
Manos dentro de los bolsillos... Indiferencia y mala educación
Manos fijas o quietas... Represión, miedo
Uñas comidas... Inseguridad y nerviosismo
Brazos cruzados a la altura del pecho... Posición defensiva, se sientes atacado
Manos o dedo en la mejilla... Está evaluando algo
Frotarse un ojo... Duda de las palabras del otro
Tocarse ligeramente la nariz ... No le gusta lo que el otro dice

Hablar con las manos...

Así como nuestra boca dice lo que deseamos, debemos "controlar" a nuestras manos para no contradecirnos. El uso adecuado de las manos se puede aprovechar muy bien para complementar las palabras y dar mayor fuerza a la conversación, dejarlas "libres" puede resultar contraproducente, incluso pueden distraer a la otra persona, cuando deseamos que nos presten atención, tampoco hay que moverlas muy bruscamente, palmoteando o pasándolas cerca del rostro a la otra persona. Otra cosa que molesta o distrae, es dar palmadas en la espalda o tocar a los otros en los brazos, para llamar su atención, cada cual guarda su espacio, y hay quien se siente muy molesto si le tocan, es bueno demostrar amistad, pero también hay que guardar el debido respeto a los demás.

Una forma de "analizar" a nuestras manos, se basa en repasar todos aquellos hábitos automáticos que realizamos a diario sin pensar, por ejemplo: ¿Cómo nos manejamos en reuniones familiares?, ¿Qué hacemos en el trabajo?, ¿Cómo saludamos a la gente?, ¿Qué posición adoptamos cuando escuchamos a alguien?, ¿Qué es lo primero que hacemos cuando llegamos a casa?

Es importante que las manos sigan a su boca, para que su interlocutor confíe en Usted, inconscientemente sabemos que, cuando las personas dicen la verdad, usualmente hacen gestos con las manos que enfatizan y coinciden el ritmo de su discurso, una condición natural cuando estamos convencidos de lo que estamos diciendo, las personas poco sinceras controlarán mucho más sus manos y harán pocos gestos con ellas.

Todas las manos...

Así como nuestras manos nos delatan, las manos de las otras personas hacen lo mismo, por eso es muy importante ver y analizar el comportamiento y los movimientos de las manos de los demás, en las reuniones familiares, el trabajo, el club o la iglesia. Porque si observamos atentamente a las demás personas nos sorprenderemos mucho al "leer" y "escuchar" lo que sus manos nos dicen.

Hasta la próxima

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