Los tres mundos del espíritu, (sensaciones, emociones e intuición), se hacen presentes en los análisis del mundo concreto del pensamiento lógico, llevando la solución del problema hacia rumbos no tan lógicos, en estos casos recurrimos a la columna central o Columna del Equilibrio del Árbol Sefirótico del Espíritu.
Kether (Intuición), recibiendo la energía que nos envía la Divinidad y su Luz
Lev (Corazón), encontrara respuestas en nuestros sentimientos.
Tipheret (Belleza), consultando a nuestras sensaciones internas.
Yesod y Malkuth (Fundamento y Tierra), en donde volvemos al mundo pensante y lógico.
Esto quiere decir que podemos resolver muchos problemas usando la intuición o el sentimiento o las sensaciones, pero debemos siempre pasarlas por el filtro del pensamiento lógico, de la verdad, del desapasionamiento, tratando de ser lo más analíticos posibles.
Instintos, sentimientos y sensaciones
Los instintos o Atziluth, los sentimientos o Briah y las sensaciones o Yetsirah son una agitación interna que actúan bajo la motivación de la acción y trabajan asociados. Los seres humanos están condicionados en gran parte por sus emociones y sensaciones, por sus gustos y antipatías. Muy seguido sus emociones y sensaciones son desviadas por el propio interés y egoísmo, aun al grado que arrasan el sentido y la razón, obligándolos a actuar de tal manera que, en otros momentos ven con consternación que se han olvidado de Assiah, y la lógica es derrotada por los tres mundos superiores, luego cuando reacciona y comprende el error ya es tarde para subsanarlo.
Los mundos superiores surgen generalmente como respuesta a la evaluación espontánea de las percepciones. Las emociones pueden ser dañinas, tales como el enojo y el miedo, o saludables, como la simpatía y la compasión. Mientras las aversiones son prototipos de las emociones insanas, el amor benevolente y compasión son ejemplos sobresalientes de emociones que nos ennoblecen y elevan la naturaleza humana.
Los seres humanos son amplios en su desarrollo emocional y en el rango y fuerza de sus emociones. Todos son un poco apasionados e impulsivos y a la vez fríos y reflexivos, lo que varían son los porcentajes; algunos son rápidos al enojo y otros pacientes; mientras una persona es emocionalmente tranquila, otra es capaz de correr a través de un amplio rango de emociones a la velocidad de la luz.
Los mundos emocionales dañan el cuerpo físico, por eso deben controlarse. Según la experiencia clínica un individuo dominado por sus emociones puede tener, en forma sucesiva o simultánea, trastornos que afectan a varios sistemas orgánicos. Enumerare algunos daños físicos somáticos:
Migrañas
Este síntoma está compuesto con otros somatismos que van acompañados de alteraciones en el estado de ánimo, propios de personalidad perfeccionista. Es acompañada de contracción dolorosa en la musculatura del cuello, náuseas y vómitos.
La obesidad
El desarrollo de la obesidad suele ocurrir en un marco de ansiedades que compensan las propias frustraciones y desengaños a través de su devoción hacia la comida.
Hipertensión
La hipertensión vascular tiene su en la tensión emocional, en casos de personas que demuestran serenidad y afabilidad aparente, pero encubre emociones y predisposición a la hostilidad que debe reprimirse, por razones sociales o laborales
Sistema cardiovascular
Se ha demostrado que el stress provocado por la angustia tiende a aumentan la frecuencia de los latidos cardíacos, el gasto cardíaco, y la presión sanguínea.
Sistema Respiratorio
El llanto y la risa, los gritos o el habla, implican cambios en la acción respiratoria; la respiración excesiva o relajada, son repuestas típicas durante períodos contrastantes de acción o descanso. Dentro de estas están el síndrome de hiperventilación, el asma, etc.
Aparato gastrointestinal
Los síntomas de trastornos gastrointestinales son múltiples, los más frecuentes son: anorexia, bulimia, náusea, indigestión nerviosa, vómitos y diarrea.
Fragmento del libro de Cesar Leo Marcus
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