Tener sexo... ¿Con Donald Trump?

No se puede juzgar al inconsciente o el subconsciente o lo que sea. Solo tratar de entenderlo, pero aun así hay cosas que son inexplicables.
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Republican presidential candidate, businessman Donald Trump, speaks during the CNN Republican presidential debate at the Ronald Reagan Presidential Library and Museum on Wednesday, Sept. 16, 2015, in Simi Valley, Calif. (AP Photo/Mark J. Terrill)
Republican presidential candidate, businessman Donald Trump, speaks during the CNN Republican presidential debate at the Ronald Reagan Presidential Library and Museum on Wednesday, Sept. 16, 2015, in Simi Valley, Calif. (AP Photo/Mark J. Terrill)

No se puede juzgar al inconsciente o el subconsciente o lo que sea. Solo tratar de entenderlo, pero aun así hay cosas que son inexplicables.

Esa noche me habían llamado para cortarle el cabello y emparejarle la barba a Donald Trump. De pronto yo era peluquera y él se convertido en unos segundos después de mis tijeras y mi afeitadora en el actor Hugh Laurie (el "Dr House"). Era una persona buena, tratando de ayudar a los demás. Y muy caballero. ¡Dulce, amable! Me envolvía con sus conocimientos.

Yo pensaba: "¿pero cómo este tipo no se muestra así... muestra sus verdaderos sentimientos?"...
Él me decía que quería ayudar a la gente mientras yo lo afeitaba y me enamoraba de su nobleza. De pronto la soberbia de ambos personajes parecía desaparecer.

Muy preocupada porque él se entere de todo lo malo que habían escrito y dicho de él, pensaba en cómo decírselo antes de que nos fuéramos a besar. Si... sentía muchos deseos de besarlo y ayudarlo a cambiar su imagen.

Yo le decía cosas como que tenía que cambiar el corte de cabello para que su cara no se viera tan gorda o le probaba diferentes peinados. ¡Hasta un flequillo de costado le hice!

De pronto, a él ya lo esperaban para una conferencia de prensa y entonces había poco tiempo. El tenía un cuerpo esbelto, camisa roja y jeans. Si pasaba algo entre nosotros era en ese momento. No había otra oportunidad. Por mi cabezas pasaban pensamientos como... "él debe estar acostumbrado a estar con mujeres de cuerpos perfectos, misses... y yo... yo soy una chica normal, con un cuerpo marcado por la maternidad... ¿le gustaré?".

Se empezó a acercar hacia mí y.... ¡Gracias a Dios me desperté! No es que quisiera despertarme. Pero así fue.

No sé analizar sueños. No sé por qué uno sueña lo que sueña. Desde mi consciencia podría decir que es un deseo de que Donald Trump sea otro y no lo que vemos. No se si lo asocie con Dr House por ser un personaje soberbio como él.

Dicen que a veces el deseo sexual en los sueños tiene que ver con la adoración. Supongo que para admirarlo lo convertí en un médico inteligente.

Después de compartir con ustedes este manojo de imagenes tan inexplicables, solo deseo que algo de esa bondad ilusoria lo envuelva si sigue avanzando en su carrera hacia la presidencia.

Según el director de mi próxima obra de teatro, Alejandro Vales, y después de compartir este sueño antes de un ensayo, su interpretación fue que yo era América Latina y que me estaba dejando poseer por Donald Trump.

"Yo interpreto un deseo profundo de que debajo de su cabello haya algo más que cuero viejo y arrugado", me dijo mi psicólogo Fabio Trujillo, quien dice que cuando uno corta el pelo ve la esencia.

En fin, mi conclusión es que... ¡Necesito a Freud ya!

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