Los Xolos dan un batazo al beisbol

Los Xolos dominan el deporte de Baja California. La visita del Cruz Azul el pasado viernes a Tijuana demostró nuevamente el poder de convocatoria del deporte más popular de México. Tijuana le ha arrebatado el monopolio deportivo a una capital olvidada. A Mexicali no sólo la separa la Rumorosa sino los grandes llenos que presenta el Estadio Caliente en comparación con el Estadio Casas Geo.En Mexicali el beisbol ya no es lo que era. En el segundo partido de la serie frente a los Venados de Mazatlán, el segundo juego en casa de esta nueva temporada, el estadio presentó una entrada regular. Antes se escuchaba el eco de las Águilas por la ciudad a partir de las conversaciones de los cachanillas. Ahora el servicio completo de meseros de un restaurante no sabía ni la hora de inicio del partido.
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Los Xolos dominan el deporte de Baja California. La visita del Cruz Azul el pasado viernes a Tijuana demostró nuevamente el poder de convocatoria del deporte más popular de México. Tijuana le ha arrebatado el monopolio deportivo a una capital olvidada. A Mexicali no sólo la separa la Rumorosa sino los grandes llenos que presenta el Estadio Caliente en comparación con el Estadio Casas Geo.

En Mexicali el beisbol ya no es lo que era. En el segundo partido de la serie frente a los Venados de Mazatlán, el segundo juego en casa de esta nueva temporada, el estadio presentó una entrada regular. Antes se escuchaba el eco de las Águilas por la ciudad a partir de las conversaciones de los cachanillas. Ahora el servicio completo de meseros de un restaurante no sabía ni la hora de inicio del partido.

El bajo perfil del equipo se nota desde que uno compra su boleto. Los precios van desde veinte pesos si uno desea sentarse con vista a los jardines y en asientos de cemento. Por ochenta preferimos ubicarnos cerca de la tercera base. En el estadio se bebe cerveza en abundancia, aunque también se vende soda. Hay nacional e importada, normal o light. Los bajos costos invitan a hidratarse durante las nueve entradas.

Si usted asiste al estadio y requiere comer, no piense encontrar nachos y hot dogs; pese a estar en la frontera y tomar prestados muchos usos y costumbres de los estadounidenses, el menú en el estadio se compone principalmente de sushi bolas, colitas de cerdo y churros locos. La locura se concentra en un vaso con churros de harina, pepino, cacahuates, cueritos de cerdo; se adereza con limón, chile en polvo, chile chamoy, y los huecos que sobran se rellenan con clamato.

El partido lo dominó Venados desde el inicio. Cada lanzamiento era conectado por los bates de Mazatlán. Con dos outs y las bases llenas fui testigo, por primera vez y en vivo, de un grand slam. En la siguiente entrada la defensa de Mexicali sacó un doble play con las bases llenas y cero outs. Sin embargo, poco duró el gesto técnico cuando los siguientes lanzamientos completaron tres carreras más y la humillación para los locales.

Lo más sobresaliente para los aficionados que se encontraban a mi alrededor fue una pelota de foul que cayó a un metro de nuestros asientos. Tal vez en muchos aspectos exista una enorme diferencia entre los habitantes del centro del país y la gente del norte, pero hay una característica que une distancias geográficas: la cultura del agandalle. Mientras un señor de edad avanzada intentó detener a mano limpia el trayecto de la pelota, su vecino prefirió esperar y tomarla de rebote. De nada sirvieron nuestros abucheos y reclamos por la injusticia: la pelota no regresó a manos de quien debía.

FBL-MEXICO-CRUZ AZUL-MONTERREY

Fotos de la Liga MX Apertura 2012

En la octava entrada, un home run solitario despertó de su letargo a los aficionados locales. El alboroto que se creó no era proporcional a lo que sucedía en el campo. La diferencia seguía siendo de ocho carreras, pero la cerveza pareció reducir la ventaja a dos para los aficionados que se quedaron de pie en lo que quedó de la entrada. Poco después los siguientes bateadores caerían sin gloria.

Fuimos de los primeros en salir. Presentíamos el caos que se produciría en el estacionamiento al final del partido. Cuando llegamos a un pari estuvimos contando nuestra experiencia en el partido. Poco después llegaría un amigo a decirnos que era infundada nuestra narrativa. Las Águilas despertaron en la novena entrada e impulsaron un rally de seis carreras. No fue suficiente, el marcador final fue 10-12; el partido no fue tan chilo como se esperaba.

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Carlos Hernández es articulista de La Ciudad Deportiva.

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