El programa se llama "Bully Beatdown" y lo transmite MTV. Y Hay más justicia durante la media hora que dura ese show que durante un año en la vida de cualquier tribunal venezolano. ¿De qué trata? Colocan dentro de una "jaula de lucha" -popular entre la disciplina de artes marciales mixtas- a un bully. Este bully, por general, es un joven alienado, malhumorado y tal vez con daños cerebrales, que está acostumbrado a joder a cuanto muchacho debilucho se le atraviesa por el camino: su oscuro objetivo es denigrar, humillar, azotar, golpear y traumatizar a los chicos que no pueden o quieren defenderse. Problema, valga el comentario, que se ha convertido en una triste epidemia antisocial alrededor de este planeta.
Bueno, a este bully lo retan a meterse en la jaula de pelea para enfrentarse con un luchador profesional. Si ocurren varios milagros y el bully gana, se lleva 10 mil dólares. Caso contrario, pues, ni su honor podrá llevarse a casa... lo único que podrá llevar es dolor y vergüenza... Como tiene un frijol seco por cerebro, el bully acepta (ante los ojos animados de los chicos a quien molesta) y lo encierran con un peleador realmente brutal y peligroso que, en dos rounds o menos, le dará la golpiza de toda una vida mientras lo hace sentir exactamente como sus víctimas lo hacen. Eso, a pesar de lo medieval, es justicia. Nada como ver a un bully con el rostro hinchado y aguantando las ganas de vomitar por las 20 patadas que le acaban de conectar en la boca del estómago.
La moraleja no puede ser más clara: a un bully no se le gana con palabras ni buscando diálogo, sino con dos puños cerrados... golpeándolo tan fuerte y tantas veces como nuestro Dios creador pueda permitirlo.
La mesa del diálogo... ¿y eso para qué diablos sirve?
Un extraño circo se montó en Venezuela. Otro de tantos... y es que eso de la mesa de diálogo entre Gobierno y oposición ha resultado ser tan efectivo, tan positivo y tan relevante como que un alfeñique de secundaria le ofrezca a su bully opresor, la oportunidad de dialogar con él. Y que haga un esfuerzo por hacerle entender que no hay necesidad alguna para que el bully siga viendo su cara como un pera de boxeo... y que lo mejor, para ambos bandos, sería deponer la violencia y ser amigos de ahora en adelante. Si esto ocurriese, ¿qué creen ustedes que haría el bully? Pues -tras explotar en salvajes carcajadas- le imprimiría una dosis tremenda de dolor y agonía a su raquítica víctima. Eso, tal cual, es lo que ocurre en Venezuela.
En un lado se encuentran los chavistas. Todos con rostros pecaminosos, CULPABLES... al mencionar los nombres de cada uno, desde Maduro en adelante, se va pelando una cebolla podrida... ¡Siths... Maestros Siths! Un virulento grupete de escorias mutantes que, al estar tan juntos, generan tanta energía negativa que ni Luke Skywalker podría superarles en duelo.
Cuando los astrofísicos se refieren a la misteriosa "materia oscura" en el universo. Pues, aquí se genera, mediante la poderosa interacción de malas vibraciones, mentiras, negocios sucios y ofensas a la humanidad, de este dañino equipo. Es como reunir en un tubo de ensayo lo más nefasto de la política venezolana... Estos tipos son malos. ¡Malos! Cada uno es experto en alguna clase de vagabundería. Han mentido tanto a lo largo de sus existencias que casi desarrollaron anti-superpoderes... Ninguno tendrá salvación eterna aunque, seguramente, realizarán todos los esfuerzos por sobornar a San Pedro. Ellos, con sus miradas irónicas, cargadas de odio y desfachatez, representan el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
Nombres como los de: Elías Jaua, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez, Rafael Ramírez, Aristóbulo Istúriz... es idea mía o hay que estar completamente chiflado -o hundido en drogas altamente peligrosas- como para sentarse frente a este batallón de truhanes y esperar que con palabras se pueda solucionar... ¿algo? Aquí en frío, amigo lector, ¿usted le creería alguna promesa a esa lista de personajes? ¡Porque yo no les creo nada, ni su sexualidad, ni su honor... mucho menos la súbita aparición de un deseo por llegar a un acuerdo pacífico con la oposición parasitaria, escuálida, oligarca, imperialista!
Señor Ramón Guillermo Aveledo, señor Capriles, señor Borges... WTF??? O ustedes son la bandada de cretinos más grande de la historia, al creerle una sílaba a los jinetes del Apocalipsis que comanda Maduro o... o hay gato encerrado... algo más allá del simple hecho de sentarse frente a frente y mentirse una y mil veces, como si nada. Porque creo que ni la novia más boba que he tenido podría creer algo que diga, por ejemplo, Aristóbulo Istúriz; porque ese tipo debe verse al espejo cada mañana y mentirse a sí mismo... repitiéndose: soy blanco y atractivo... soy blanco y atractivo... soy blanco y atractivo...
Y mientras pasan horas encerrados, cada uno echando cuentos locos, ahí se bambolea el incierto futuro, como un trapecista ciego a punto de sufrir un calambre... a veces me pregunto: ¿esto es todo? Por un lado Maduro y los rojos locos y por el otro Capriles y la Mesa-de-la-Unidad-que-jamás-ha-estado-Unida... ¿ahí fenece nuestro panorama político?, ¿eso es lo mejor que parió Venezuela? ¿Futuro?, ¿quién nos guiará a "EL FUTURO" si seguimos siendo más ilusos que nunca?
Tras finalizar las reuniones en la mesa de diálogo, regresa la misma retórica del insulto por parte del Gobierno: bully nuevamente. Machitos alebrestados que juran no pactarán con la oposición apátrida... entonces, ¿cuál es el chiste?, ¿quién se ríe? (yo no). Alguien me dijo: "lo que pasa es que en esa mesa de diálogo hace falta lo único que realmente ayuda a que los venezolanos dialoguemos... varias botellas de whisky". Y tal vez tenga razón porque yo no conozco a nadie que diga la verdad, que sea honesto, en estado de completa sobriedad.
Pero de igual manera, Maduro y su séquito -pienso- juran que jamás les llegará un bully más rudo, más violento que ellos mismos... y que SÍ tenga amor por Venezuela... y esa es parte de la propia fantasía de ser un bully. Pero cuando ocurra... cuando una noche o madrugada le llegue al señor Maduro un bully como los del programa de MTV: enorme, rabioso y dispuesto a golpear primero y preguntar luego... ohhhh, ahí estaré, mordisqueando cotufas [popcorn], esperando la llegada de lo único que necesita Venezuela: JUSTICIA.
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