Destruirán los votos que le dieron el triunfo a Peña Nieto y a Felipe Calderón

Los integrantes del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) en México decidieron que ya era hora de destruir los votos válidos, los votos nulos y las boletas sobrantes de los procesos Electorales Federales con los que se declaró ganadores al panista Felipe Calderón Hinojosa en 2006 y al priísta Enrique Peña Nieto en 2012. La destrucción de este material electoral durará 14 días o menos. Rápido.
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felipe calderon

Los integrantes del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) en México decidieron que ya era hora de destruir los votos válidos, los votos nulos y las boletas sobrantes de los procesos Electorales Federales con los que se declaró ganadores al panista Felipe Calderón Hinojosa en 2006 y al priísta Enrique Peña Nieto en 2012. La destrucción de este material electoral durará 14 días o menos. Rápido.

Pues así las cosas, allá van millones y millones de votos que serán destruidos del 12 al 26 de noviembre de este año. Punto final para la autoridad electoral. ¿Punto final para la izquierda mexicana?

Para el caso de las Elecciones de hace 6 años, el IFE señaló que esto se decidió una vez que ya se habrían "resuelto" los juicios a nivel nacional e internacional interpuestos por diversos actores políticos y sociales que solicitaron acceso a estos documentos antes de ser destruidos, a fin de hacer un análisis académico.

Cuando los partidos de izquierda, algunos medios de comunicación y ciudadanos quisieron consultar los votos y boletas para quitarse de la boca el sabor a incertidumbre, la respuesta fue: no, nadie ve nada. ¿Por qué? El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) establece en su artículo 302 que una vez que conluyó el proceso electoral debe procederse con la destrucción del material electoral, además de que su resguardo está bajo un regimen de especial tutela.

Lo que son las cosas, fíjese usted cuánto se gasta en México para las elecciones Federales y en cuánto tiempo se destruirán estos votos.

Para la Elección Presidencial en México de 2006 cada voto costó cerca de 6 dólares; mientras que el coste de cada sufragio en la Elección de 2012 fue de 318 pesos cada uno, o lo que significa aproximadamente 24 dólares, de los más caros en América Latina.

Le doy un primer dato del dinero que tuvieron que desembolsar en total los mexicanos para las Elecciones Presidenciales de 2012: la Cámara de Diputados en México aprobó un presupuesto para actividades electorales por 17 mil 452 millones de pesos.

La democracia mexicana cuesta y cuesta mucho. Este año la Dirección de Servicios de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados reveló en un estudio que durante el período 2000-2012, el presupuesto público federal ejercido y aprobado para los organismos responsables de ejecutar las funciones electorales en el país fue de 134 mil 858.8 millones de pesos. Le digo que esto de la democracia cuesta muchos billetes en México.

Resulta que el IFE va a destruir precisamente los votos y boletas que comprueban, en los hechos, por quién votaron los mexicanos en las dos últimas elecciones, justamente los procesos que han sido más cuestionados en la historia reciente del país, y de los más caros, además. ¿Le suena familiar esto?

Los consejeros argumentan, también, que se destruirá la papelería electoral por los altos costos que representa mantenerla. En el caso de los votos del 2006, éstos han sido por cerca de 550 millones de pesos por la renta de bodegas y el gasto que ha erogado el Ejército Mexicano para la custodia de los 143 mil paquetes electorales.

Sería conveniente que las autoridades encargadas de realizar las elecciones en México empiecen a pensar en todo el dinero que se ahorrarían en el mediano y largo plazo si se estableciera el voto electrónico en el país. Además, de esta forma los votos no tendrían que ser destruidos, porque su resguardo sería digital y, en el mejor de los casos, con acceso público, a fin de que en algún momento puedan ser consultados por cualquier ciudadano, medio de comunicación o actor político.

Triunfo Enrique Peña Nieto

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