Voy a pelear como siempre. La única diferencia es que tengo que entrenar de forma inteligente. No puedo entrenar como cuando peleé contra Alvarado. Tengo que ser inteligente, entrenar para pelear con Manny Pacquiao. Voy a entrenar de la misma manera y pelear con el mismo propósito pero de una manera más inteligente, porque no puedo cambiar mi estilo de pelear. No puedo cambiar algo que me tiene donde estoy ahora. La manera en que peleo es la razón por la que he ganado peleas, tengo fans y la razón por la que estoy en la pelea más importante en mi carrera el 23 de noviembre en Macao, China.
Caer ante Alvarado no me afecto para nada, lo que me afectó fue como me preparé. Eso si que me afectó. Cuando entrené para Alvarado la primera vez el 13 de octubre de 2012 estaba seguro y estaba listo 100% para la pelea. Cuando entrené para Alvarado la segunda vez, yo diría que estaba confiado.Yo creía que podía derrotarlo otra vez y me equivoque porque no pensé que iba a cambiar su estrategia. No entrene para un Alvarado diferente, sinceramente no pensé que iba a cambiar su rutina. Metí la pata.
Esta pelea contra Pacquiao va a ser diferente, voy a entrenar para todo. Voy a entrenar para todo lo que Manny Pacquiao va a traer y para más. No voy a asumir que va a ir como el Manny Pacquiao que recientemente fue noqueado. No, estoy entrenando para el mejor Manny Pacquiao, me estoy entrenando para el gran peleador que es.
Nunca voy a menospreciar ninguno de mis rivales porque al final del día, quieren la misma cosa que yo quiero. Una victoria. Para conseguir eso, tengo que asumir que Pacquiao va a venir en la mejor forma de su vida, porque tiene hambre otra vez. Manny Pacquiao quiere y necesita ganar el 23 de noviembre igual que yo quiero ganar. Como dije antes, voy a entrenar para el mejor Manny Pacquiao que ha habido. Voy a entrenar duro como siempre lo hago. Voy a dar a los aficionados la pelea emocionante que quieren ver, y estoy seguro de que Pacquiao quiere lo mismo.
Voy a pelear como el Brandon Ríos que a mis fans les encantaría ver, pero como dije voy a entrenar más, voy a pelear más inteligente. La derrota ante Alvarado de este año fue una bendición disfrazada, porque perdí la pelea a las tarjetas, una pelea cerrada. Por otro lado gane otra cosa, gané experiencia, la experiencia de nunca volver a ser sobre confiado. Siempre entrenar para todos los escenarios, y eso es exactamente lo que voy a hacer.