En el segundo de una serie de blogs de esta semana publicados por Asset Building Policy Network, Bob Annibale, Lisa Hasegawa y Janet Murguía debaten cómo la ciudadanía estadounidense es un bien económico y qué se está haciendo para superar los obstáculos que impiden obtener la ciudadanía a millones de residentes de bajos ingresos que reúnen los requisitos para hacerlo.
Alberto es conductor de camiones en una empresa de muebles en Los Ángeles, CA. Desde que Alberto y su esposa se mudaron a los Estados Unidos en 1968, él ha tenido el mismo trabajo durante cuarenta años, y actualmente cobra US$11 por hora. En el centro del país, en Houston, Jenny trabaja duro en su trabajo a tiempo parcial; apenas le alcanza para pagar sus gastos diarios y duerme en la casa de sus amigos para ahorrar en gastos de vivienda. Asiste a un programa de capacitación laboral que la ayudará a conseguir un trabajo mejor como empleada de Recursos Humanos con el fin de mejorar a su inglés.
Alberto y Jenny provienen de orígenes muy diferentes, pero comparten algo en común - quieren convertirse en ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, como millones de otros residentes permanentes legales (LPR) en los Estados Unidos, Alberto y Jenny no pueden pagar el costo de la solicitud de ciudadanía.
Los residentes permanentes legales o "titulares de la tarjeta verde", residen en los Estados Unidos como inmigrantes legales o documentados, pagan impuestos y trabajan legalmente, pero no pueden votar. Hay 13.1 millones de titulares de tarjeta verde en los Estados Unidos, de los cuales unos 8.5 millones reúnen los requisitos para convertirse en ciudadanos estadounidenses naturalizados--y de este modo, obtener el derecho a votar y la oportunidad de empleos mejor remunerados y becas educativas.
Los residentes permanentes legales que se convierten en ciudadanos obtienen un aumento del ocho al 11 por ciento en los ingresos individuales en los años inmediatamente posteriores a su naturalización. Otorgar la ciudadanía a quienes reúnen los requisitos podría impulsar la economía de los Estados Unidos entre US$37 y US$52 mil millones a lo largo de diez años. Por lo tanto, dados los beneficios tanto individuales como económicos más amplios, ¿por qué tan pocas personas tratan de obtener la ciudadanía?
El 93% de los residentes permanentes legales hispanos se convertirían en ciudadanos si pudieran hacerlo, pero para muchos de ellos, existen importantes obstáculos. La tarifa para solicitar la ciudadanía asciende a US$680 - un costo que es difícil de cubrir para el 52% de los residentes permanentes legales que tienen bajos ingresos y reúnen los requisitos para obtener la ciudadanía. Aun si Alberto y Jenny pudieran pagar la tarifa, un reciente trabajo pionero realizado por CASA de Maryland y la Oficina para Asuntos de Inmigrantes de la Alcaidía de la Ciudad de Nueva York también ha demostrado que el costo de solicitar la ciudadanía para quienes no tienen ahorros ni reúnen los requisitos para una exención de la tarifa, puede ser aún mayor debido a la falta de acceso a una asistencia jurídica asequible y confiable, lo que también se suma a los costos.
Ser ciudadano de los Estados Unidos brinda mayores oportunidades de obtener bienes que podrían tener un efecto positivo en las vidas de millones de residentes permanentes legales de bajos ingresos y en la economía nacional. Por este motivo, Asset Building Policy Network (ABPN) -- una coalición nacional de preeminentes organizaciones de derechos civiles de la nación y Citi -- cree que la combinación de préstamos seguros y asequibles para cubrir el costo de la tarifa de solicitud de naturalización más los importantes servicios de apoyo a la ciudadanía, puede permitir a los esperanzados ciudadanos de bajos ingresos comenzar a construir perfiles financieros más fuertes y al mismo tiempo crear nuevas identidades nacionales.
Como parte de una serie de nuevos programas desarrollados por el ABPN y Citi y financiado por la Citi Foundation, el National Council of La Raza (NCLR) y la National Coalition for Asian Pacific American Community Development (National CAPACD) están poniendo en marcha dos iniciativas innovadoras para demostrar que obtener la ciudadanía es un bien para las familias de bajos ingresos. Estos programas han sido diseñados para eliminar las barreras financieras en la obtención de la ciudadanía y para integrar los hogares de inmigrantes al mercado financiero convencional.
National CAPACD ensayará una estrategia, insertada en los servicios sociales tradicionales centrados en los inmigrantes, que promueve la integración económica de las comunidades de inmigrantes asiáticos, poniendo el foco en el ahorro y la creación de créditos mediante círculos de préstamos entre pares. Mediante la adopción del modelo pionero desarrollado por el Fondo de Bienes de la Misión en San Francisco, los participantes se efectuarán préstamos entre sí, ayudarán a los demás en sus aspiraciones para obtener la ciudadanía y comenzarán a crear antecedentes financieros confiables.
National Council of La Raza está ensayando un nuevo modelo para conectar a los inmigrantes que reúnen los requisitos para obtener la ciudadanía, ofreciendo soluciones financieras a los trabajadores en su lugar de trabajo. Trabajando directamente con los empleadores, los residentes permanentes legales recibirán asesoramiento, información y oportunidades para construir su crédito y obtener el préstamo que necesitan para cubrir el costo de la tarifa de solicitud de naturalización.
Ambos programas proporcionarán un "momento pedagógicamente beneficioso" para obtener la ciudadanía e integrar financieramente a los inmigrantes, construir su capacidad financiera y finalmente, convertirse en ciudadanos. Demostrarán que financiar los costos de la ciudadanía puede ir de la mano con los servicios más tradicionales de integración de inmigrantes, tales como cursos de Inglés como Segundo Idioma o servicios que ayudan a los nuevos aspirantes a ciudadanos a planificar un curso para lograr todo su potencial económico. Para Alberto y Jenny y millones de otros residentes legales permanentes que trabajan duro para construir una vida mejor para ellos y sus familias, la ciudadanía ofrece un camino hacia la seguridad financiera individual y una oportunidad para fortalecer aún más nuestra economía nacional.
Sobre Asset Building Policy Network
Asset Building Policy Network (ABPN) es una coalición nacional que colectivamente promueve el ahorro y la política de creación de bienes a nivel federal, crea capacidad nacional de los miembros de la red y refuerza la seguridad financiera a largo plazo para las comunidades de color con ingresos bajos y moderados. Los miembros de ABPN son: Center for American Progress, Citi, Corporation for Enterprise Development, National Association for Latino Community Asset Builders, National Council for La Raza, National Coalition for Asian Pacific American Community Development, National Urban League y PolicyLink.