Cuando los reality desafían la realidad

Definitivamente estamos viviendo la era de las comunicaciones; quien no esté conectado, para bien o para mal, está prácticamente aniquilado. Para nadie as una una novedad que las redes sociales y los nuevos formatos de televisión han logrado cambios sustanciales en la sociedad actual. Para nada me sorprenden estos estudios que revelan que que por cuenta de las redes sociales y losshows publicistas, psicoanalistas y confesores se han quedado sin trabajo. Claro, para la mayoría de los que se identifican con este tipo de formatos o reciben dividendos por cuenta de ellos este tipo de informes resulta un asalto a su bolsillo.
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Tom Bergeron and Brooke Burke-Charvet attend the "Dancing with the Stars: All Stars" panel at the Disney ABC TCA Day 2 at the Beverly Hilton Hotel on Friday, July 27, 2012, in Beverly Hills, Calif. (Photo by Todd Williamson/Invision/AP)
Tom Bergeron and Brooke Burke-Charvet attend the "Dancing with the Stars: All Stars" panel at the Disney ABC TCA Day 2 at the Beverly Hilton Hotel on Friday, July 27, 2012, in Beverly Hills, Calif. (Photo by Todd Williamson/Invision/AP)

reality show

Definitivamente estamos viviendo la era de las comunicaciones; quien no esté conectado, para bien o para mal, está prácticamente aniquilado. Para nadie as una una novedad que las redes sociales y los nuevos formatos de televisión han logrado cambios sustanciales en la sociedad actual. Para nada me sorprenden estos estudios que revelan que que por cuenta de las redes sociales y los reality shows publicistas, psicoanalistas y confesores se han quedado sin trabajo. Claro, para la mayoría de los que se identifican con este tipo de formatos o reciben dividendos por cuenta de ellos este tipo de informes resulta un asalto a su bolsillo.

Resulta increíble pero en la actualidad las relaciones interpersonales están tomando rumbos impredecibles. Hoy día para muchos es más práctico y rápido enviar un texto por cualquiera de las innumerables aplicaciones que existen que llamar por teléfono y si se trata de vaciar deseos, expresar frustraciones o sembrar dudas y discordia contra algo o alguien un tuit o un post en facebook es suficiente para crear confusión. Las posibilidades de causar reacciones y respuestas en bandadas son indescifrables.

Sumado a la moda de las redes sociales el protagonismo y fama que aporta ser parte de un reality show es algo que se ha convertido en la meta de muchos cazadores de fama y fortuna que con talento o sin el quieren conseguir un contrato en la tele a costa de lo que sea. Por supuesto que hay un grupo selecto que ya tienen fortuna y lo que buscan es poder, fama y exposición en los medios.

Hablando de los reality tengo que citar el pensamiento del filosofo y sociólogo Zygmunt Bauman, que dice que este tipo shows que se popularizó a finales del siglo XX y tomó mayor auge a principios del XXI es un formato televisivo cuyas condiciones de aparición están íntimamente ligadas a los profundos cambios operados en nuestras sociedades, en otras palabras son producto de la dinámica en la que nos movemos.

Los resultados de este naciente y rentable formato ha sido estudiado por sociólogos, psicólogos y comunicadores; algunos textos finales de estos estudios demuestran, sin exagerar, que los reality rinden culto a la exposición de lo truculento. Que son el combustible ideal para una parte importante de la sociedad moderna que vive ansiosa de todo lo que produzca vértigo. No hay nada que hacer, es parte del espectáculo.

En los parámetros de la tele actual, esa que por flojera o por puro negocio todo lo quiere convertir en reality, lo esencial debe ser que el gusanillo de la curiosidad y el morbo pellizque al televidente. Que todo lo que se exponga sea escandaloso o que pique y se extienda. Que cada capítulo traiga consigo una alta dosis de acción con el único objetivo de generar audiencias masivas y participativas. Es un juego que genera conflictos y ha llegado a cobrar vidas; como ocurrió hace pocas semanas en Perú donde una joven fue asesinada por su novio luego de confesar en un show que era bailarina de un club nocturno y que había cobrado dinero a cambio de sexo.

Este tipo de programas que invaden la privacidad con permiso de sus concursantes no prohíbe nada que genere rating; por el contrario, es beneficioso para el show que sus participantes simulen, finjan, mientan y sea cómplices de montajes con el único propósito de estimular el deseo del televidente; tal como ocurrió en un reality de Colombia en donde la sexualidad de un joven estuvo expuesta y condicionada al éxito de este programa.

Con este boom queda demostrado que vivimos más la ficción que la realidad; no voy negar que son piezas claves para las televisoras que interesadas en conseguir liderazgo sacrifican todo. Pero tengo que admitir que debería haber un limite a la hora de gozar con las debilidades, el dolor y los sentimientos ajenos. Especialmente cuando se trata de seres vulnerables a quienes este tipo de conductas pueden ocasionarle desajustes. No todos estamos preparados para recibir bandadas de insultos, reproches, quejas y burlas. Vivamos nuestra realidad y tengamos cuidado de no caer en la trampa de hacer de nuestras vidas un reality show.

Muerte En Vivo [(Trailer Oficial)] - Death On Live [(Official Trailer)] en Youtube.com:

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