Mamás: ¿Cuánto es mucho tiempo conectadas?

Llego cansada luego de un día intenso, en el que pasé manejando largos ratos, reunión tras reunión y me encuentro con mis hijos en casa felices, cantando y saltando. Al entrar, mi hijo mayor de 7 años me pide que juegue con ellos. Le digo que me dé unos minutos mientras tomo agua y respiro porque fue un día agotador. En mi supuesto descanso, recuerdo que hubo dos emails que no respondí, agarró mi teléfono y me pongo a hacerlos.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

-- Por María O. Alvarez , vía BabyCenter. Portavoz de Common Sense Media. Mamá, esposa, y periodista interesada en la tecnología y su impacto en nuestras vidas. Puedes seguirla en Twitter en @mariaoxalvarez

Llego cansada luego de un día intenso, en el que pasé manejando largos ratos, reunión tras reunión y me encuentro con mis hijos en casa felices, cantando y saltando. Al entrar, mi hijo mayor de 7 años me pide que juegue con ellos. Le digo que me dé unos minutos mientras tomo agua y respiro porque fue un día agotador. En mi supuesto descanso, recuerdo que hubo dos emails que no respondí, agarró mi teléfono y me pongo a hacerlos. Mi hijo me recuerda impaciente que están esperando por mí. Minutos después, me doy cuenta que su carita pasó de la desilusión a la indiferencia y se puso a jugar con su hermanito. Me pone triste.

Creo que son contadas las mamás (y papás) en este siglo que no pasan una considerable parte del tiempo conectadas, a través de computadoras, celulares, tabletas. Por supuesto que yo entro en el grupo, por trabajo y otras veces por simple gusto veo páginas, visito comunidades, reviso mi cuenta de Facebook, texteo con mis amigos, con mi niñera, con mi esposo.

Aunque soy una defensora del uso balanceado de cualquier aparato en mi vida y la de mi familia, confieso que me he descubierto a mí misma revisando emails con mucha frecuencia en los últimos meses. Me refiero 5-6 veces por hora. Lo mismo con Facebook.

Por eso me sentí identificada cuando leí un artículo en el USA Today que habla precisamente de este tema. Describe cómo muchos padres están realmente desconectados porque usan la tecnología como forma de mantener a sus hijos ocupados. Habla de la paradoja que representa vivir más conectados que nunca antes, pero al mismo tiempo la capacidad para interactuar e interrelacionarnos está disminuyendo. Muchas veces, dice el artículo, los niños esperan pacientemente que mamá y papá terminen en el teléfono o la computadora para leer antes de ir a la cama y está pasando que cada vez, con más frecuencia, se quedan esperando.

¿Qué podemos hacer? Bueno, esto de intentar el balance es una cosa de malabarismo diario. Unos días las cosas marchan bien, otras terriblemente cuando de intentar este equilibrio se trata. Lo que sí quiero es compartir contigo estas ideas que pongo en práctica en mi casa:

  • No hay televisores ni otros tipos de pantallas en las habitaciones por lo que a la hora de dormir, se trata de conversar un poco, quizás leer y hacer una oración o dar gracias por las cosas buenas o lo que aprendimos el dia que está terminando.
  • A mi esposo le pido ponga el teléfono lejos de la mesa, yo hago lo mismo y cuando cenamos todos en familia es nuestro espacio para compartir.
  • Si salimos a caminar a algún parque, o ambiente natural, yo estoy empezando a dejar el celular en el carro y así me concentro en los niños, en pasarla bien juntos, reirnos y compartir. Si quiero tomar fotos, llevo una cámara. Es para evitar la tentación de estár revisando el teléfono.

Creo que mucho o demasiado son términos que cada quien define, pero sé que nosotras bien sabemos y sentimos cuando ya de verdad es mucho.

Relacionado en HuffPost Voces:

Reglas de la tecno-comunicación

Close

What's Hot