Las madres cumplen una función muy importante, como es explicado en la Literatura Védica, y va más allá de lavar platos, pañales o de ser utilizadas sexualmente. La Cultura Védica enseña el verdadero valor de la mujer como cabeza del hogar y como representación de la Espiritualidad, de la Diosa de la Fortuna y de la Maternidad.
En nuestra sociedad, sin embargo, la mujer es a menudo despreciada por los hombres. Hombres ignorantes, pícaros y sinvergüenzas, que si tomaran conciencia de que han nacido de una mujer, se sentirían apenados por los errores que están cometiendo. Según los Vedas, un hombre que abusa de las mujeres puede nacer miles de veces como un animal o un fantasma antes de volver a tener un cuerpo humano.
A través del Conocimiento Espiritual la mujer puede dedicar toda su energía al servicio del Señor Supremo. En caso contrario, esta fuerte energía que posee, mal canalizada, se transforma en Maya Devi o energía material, experta en obstaculizar el proceso fundamental de la vida que es el camino hacia Dios.
Sin Dios el destino es desagradable, tanto para el hombre como para la mujer. Con el televisor en casa sólo aprenderán violencia y frustración, y se agravará la situación en quela mujer se siente aprovechada por el hombre y el hombre por la mujer. Y compitiendo ambos por lo material, desarrollarán una relación hostil en el hogar, y su matrimonio no durará mucho tiempo.
La Sabiduría Védica nos brinda información útil para llevar un hogar armonioso. Primeramente en el hogar tiene que haber un altar, el cual es su centro, con imágenes sagradas y con fotos del Maestro Espiritual que inspira a la familia entera a seguir adelante con Dios en el centro.
Para que haya armonía en el hogar, una mujer tiene que volverse una líder experta. Por eso, antes del matrimonio la mujer debe ser entrenada y capacitada para llevar el hogar en forma armoniosa. Se recomienda que haya vivido en un ashram (templo) donde se promueve la tolerancia y se aprende a vivir en armonía con todos los residentes, de esta manera ella podrá hacer de su casa otro templo.
El hogar debe ser un sitio donde todos los miembros se esfuerzan por servir a Dios de manera que se puedan superar los principales problemas del hogar, como la libertad mal entendida y la competencia.
Si la mujer cuida al esposo, ora por él, ella crea una atmósfera tan tierna y tan dulce que toda la agresión que su esposo recibe de la calle se contrarresta al verla a ella tan dedicada. En el matrimonio védico la mujer hace este servicio con mucho gusto y se siente feliz atendiendo el hogar.
Y para contrarrestar los peligros de una vida sin Conciencia Espiritual se recomienda a las madres cabeza de hogar, que no dejen a sus niños frente al televisor. No permitan que las películas o caricaturas violentas"eduquen" a sus hijos. Las madres deben tener contactos con los Vishnupriya Ashramas (templos de mujeres) para educar a sus hijos y volverlos conscientes de Dios.
En la literatura védica se dice que la mujer debe estar muy agradecida a Dios por haberle dado un compañero muy bueno; y lo mismo el hombre, debe estar muy agradecido si le ha tocado una mujer muy buena. La mujer es atractiva por naturaleza, por su belleza, limpieza, creatividad, buena organización, frugalidad, sacrificio y tratos amables en el hogar.
La Sabiduría Védica nos enseña a no huir de los problemas del hogar. La familia es para purificarse y avanzar. Debemos recurrir a la Sabiduría Védica que nos da la instrucción de cómo corregir los errores cometidos. El hombre y la mujer no están juntos para competir. Si hay errores en el hogar, deben hablarlos con una persona espiritualmente avanzada para que les ayude a corregirlos.
Si hay errores debe haber perdón; si no hay perdón, no hay amor. De igual manera, si su pareja le fue infiel, está recibiendo una invitación para volverse sannyasi (renunciante a la vida material) y dedicarse a la Vida Espiritual.
Gracias a Srila Prabhupada aprendimos cómo establecer el grihastha ashram (matrimonio), cómo tener a Dios en el centro de nuestras vidas y cómo amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Le damos gracias a Srila Prabhupada por darnos una vida con dignidad.