¡Luces, cámara, (nervios)... música!

La semana pasada me encontré en San Juan para tocar dos canciones de "" en el concurso Miss Universe Puerto Rico. Los otros dos artistas invitados eran mi amigo Luis Fonsi y La Formula. 20 segundos antes de entrar al escenario, una reportera me entrevistó con su camarógrafo y me preguntó:
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lucescamara

La semana pasada me encontré en San Juan para tocar dos canciones de "Encanto Del Caribe" en el concurso Miss Universe Puerto Rico. Los otros dos artistas invitados eran mi amigo Luis Fonsi y La Formula. 20 segundos antes de entrar al escenario, una reportera me entrevistó con su camarógrafo y me preguntó:

"Hola Arthur! Listo? Cómo te sientes? Estas nervioso?"

Y contesté honestamente:

"Pues sí, un poquito nervioso, ¿como siempre!"

La verdad es que muchísima gente me pregunta como me siento inmediatamente antes de tocar un concierto y mi respuesta siempre es igual: "Claro que sí me pongo nervioso! A veces un poquito y a veces más pero el chiste es aprender qué se puede hacer para canalizar esa energía nerviosa y cambiarla a energía positiva.

Casi todos los artistas que conozco dicen que se ponen nerviosos antes de cantar o tocar y en mi opinión humilde, los que dicen que no, están mintiendo. A pesar de cientos de horas de ensayos, a pesar de tener una buena prueba de sonido, y a pesar de tener los mejores ingenieros detrás de la consola, en el fondo de la mente hay algo que te recuerda que cuando estás tocando en vivo y en directo, algo puede salir mal: un monitor no funciona, a un micrófono le falta volumen, o peor (y Dios, pido que eso no pase!), se te puede olvidar la música o las letras y alguien empieza a rechiflar!!! Por eso hay nervios.

Todos tenemos maneras diferentes para combatir los nervios. De mis amigos artistas, (sin mencionar nombres) a uno le gusta orar. A otro le gusta boxear contra un adversario invisible. A otro le gusta contar chistes súper amarillos y se ríe fuertísimo inmediatamente antes de salir al escenario, a pesar de que bajo condiciones normales es súper bien educado y formal. El que más me impresiona es otro que le gusta tomar, como el dice "algunas tequilitas" en el camerino, e increíblemente, sale al escenario y canta como los ángeles.

Para mi es una cuestión de decirme a mí mismo que estoy acá para celebrar y nada más. Para celebrar la música y una celebración de la música es una celebración de la vida y si algo pasa, algo pasa, pero la vida sigue y realmente no ha pasado nada. Y esa noche en San Juan, después de contestarle a la reportera que sí estaba un poquito nervioso, respiré. Como siempre antes de entrar al escenario, respiré lento, hondo y varias veces.

Y listo. A tocar......

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