Obama y Romney han hecho campañas, han hecho hasta un debate sobre la realidad mundial, pero muy poco ha salido a la luz sobre lo que verdaderamente piensan ambos candidatos para con la región latina.
Está claro que a Romney le preocupa Chávez. Inclusive en la Florida ahora ha puesto en marcha toda una campaña para contrarrestar las posibilidades del presidente Obama en un aviso publicitario donde justamente intenta "ligar" la figura del bolivariano con el presidente estadounidense. "Yo votaría por Obama si fuera estadounidense" afirma Chávez. Por otra parte a Cristina Kirchner de la Argentina si bien no ha querido decirlo directamente, está claro que no le gusta Romney demasiado, y sentiría un cambio de frente si vuelven los republicanos.
Pues bien, ante este panorama es bueno ir preguntándose que oportunidades o desafíos podría presentarle a Latinoamérica uno y otro postulante a la Casa Blanca.
Romney ha dicho en su plan de cinco puntos que quiere desarrollar un importante comercio con la región de las Américas. Para Romney ésta es una decisión para aumentar exportaciones y generar empleo. En ese aspecto hay que tener en cuenta que ya son varios los "key players" latinos que están obteniendo, más allá de México en el NAFTA, acuerdos de Libre Comercio para con Estados Unidos.
Colombia y Panamá han logrado un TLC (Tratado de Libre Comercio) durante la administración Obama. Recordemos Chile también se benefició en el año 2002 con la firma del presidente Bush de un acuerdo similar que reduce las barreras arancelarias entre ambas naciones y el Perú tuvo varios acuerdos de promociones que también ratificaron en el 2009 su TLC o zona de libre comercio firmado por los entonces presidentes George W. Bush y Alan García.
Es posible que Romney pueda ir avanzando y mejorando el comercio para con la región latinoamericana del Pacífico, que como vemos, ha tenido mucho auge durante la última década y algunos resultados concretos. La gran incógnita ha sido siempre Brasil, gigante del Sur que ha conformado con la Argentina y el Uruguay -y recientemente Venezuela- un espacio integrado (Mercosur) que por ahora se niega a un acuerdo libre con Norteamérica. En tanto, el problema de Paraguay seguramente se va a solucionar, pero la han aislado regionalmente por la situación planteada ante la salida del poder del ex presidente Lugo en un procedimiento discutible.
Obama ha visitado la región Sudamericana solamente una vez. Siempre ha dicho que Brasil y Chile son "los modelos a seguir". También ha estado en México y en el Salvador, en Colombia y en una Cumbre en Trinidad Tobago al inicio de su presidencia. En términos generales Obama ha tenido para con los países latinos -a excepción de México- algunos encuentros protocolares, alguna que otra reunión en la Casa Blanca pero se nota claramente que su presidencia estuvo más enfocada en los problemas de Medio Oriente y la coyuntura doméstica de los EE.UU..
Es posible que Obama entienda o cambie su parecer si gana la relección. Pero para algunos analistas es poco probable que Obama, visto como ha sido su primera parte, pueda generar un cambio mayúsculo. Su gobierno no tiene embajador en Caracas y recíprocamente le han obligado a los bolivarianos a retirar su embajador en Washington. Con Ecuador y Bolivia también ha habido un problema enorme en este sentido y gran parte de la presidencia de Obama ha sido con las naciones en el Alba bolivariano de tensión y sin embajadores.
Romney es posible que quiera intentar sumar al gigante Brasil y trate de enfocar su atención hacia Chávez si el venezolano se opone a un mayor intercambio comercial con los Estados Unidos. Recordemos que gran parte del petróleo venezolano se vende en los Estados Unidos y Romney en su plan ha dicho que quiere rápidamente iniciar actividades de explotación interna, incrementando la producción local, generando empleo y menor dependencia del petróleo foráneo. Esto para Chávez puede significar a mediano plazo una situación más tirante.
Habrá que ver entonces como juega Estados Unidos en los próximos años. Recordemos que las empresas multinacionales de origen estadounidense han invertido en la región latina intensamente durante esta pasada década y han desplazado en muchos casos a las firmas europeas, tanto en centros de producción como ser en México. Son importantes las inversiones de capital en el Brasil, Colombia y Chile.
Si la economía norteamericana mejora y si la calidad de los productos fabricados en Latinoamérica también logra ciertos estándares, es posible que estos acuerdos empiecen en los próximos años a tener un importante efecto. Algunos países podrían resultar por ende beneficiados y otros sufrirán un costo de oportunidad si sus economías permanecen cerradas o prefieren el proteccionismo.
Obama, Romney y la economía
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