La democracia venezolana es un caso muy particular. Aquí el gobierno nacional interpreta la Constitución a su conveniencia; y al concentrar y dominar todos los poderes públicos, no existe realmente una independencia. De manera que, lo que mandaba Chávez se convertía en santa palabra para todos.
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En las democracias, un presidente saliente no designa a un sucesor; puede apoyar a alguien de su mismo partido, pero al final de cuentas son las personas quienes con el voto eligen a quién quiere que las gobiernen. Si no, las democracias no fueran democracias, sino monarquías o dictaduras.

Pero la democracia venezolana es un caso muy particular. Aquí el gobierno nacional interpreta la Constitución a su conveniencia; y al concentrar y dominar todos los poderes públicos, no existe realmente una independencia. De manera que, lo que mandaba Chávez se convertía en santa palabra para todos.

Ahora el presidente Chávez no está, pero pudo tomarse el tiempo antes de su partida para designar a Nicolás Maduro como su sucesor, como su heredero.

En su última aparición pública el presidente Hugo Chávez dejó estas palabras para la historia:

"Como dice la Constitución, si se presentara alguna circunstancia sobrevenida, así dice la Constitución, que a mí me inhabilite, óigaseme bien, para continuar al frente de la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela (... ) y sobre todo, para asumir el nuevo período para el cual fui electo por la gran mayoría de ustedes, si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro debe concluir, como manda la Constitución, el período (... ).

En ese escenario, que obligaría a convocar, como manda la Constitución, de nuevo a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela".

En ese momento nadie realmente creía que Chávez no pudiera estar, pero él como un hombre consciente de lo que podría pasar, tomó el toro por los cachos y ya es por todos conocido el desenlace.

Este 8 de marzo de 2013, Nicolás Maduro fue juramentado como presidente encargado de Venezuela y anunció la convocatoria a elecciones presidenciales donde él mismo será el candidato de parte del gobierno; algo que no nos es ajenos a nosotros los venezolanos, ya estamos acostumbrados al presidente/candidato.

Ahora bien, su juramentación se realiza dentro de un sinfín de lagunas jurídicas y constitucionales. Algunos sectores de la oposición indican que quien debe asumir la presidencia y convocar a elecciones es el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Otros sectores del país dicen que hay una continuidad del gobierno, razón por la que debe asumir Nicolás Maduro la presidencia y llamar a las elecciones en un plazo de 30 días.

El líder de la oposición, Henrique Capriles, anunció que hay un fraude constitucional en Venezuela.

Lamentablemente yo no soy abogado, pero leyendo la constitución de mi país me doy cuenta de que hay algo que no cuadra y de que su violación por parte del gobierno es constante.

Pero lo cierto es que Nicolás Maduro es, por los momentos, el presidente encargado de Venezuela. Quizás se preguntarán ustedes ¿quién es Nicolás Maduro? Pues bien, Nicolás es un hombre muy alto con un bigote muy poblado (sin ánimo de faltarle el respeto, se parece un poco al profesor Jirafales de El Chavo). Fue chofer de Metrobús (un transporte del sistema del Metro) y líder sindical del Metro de Caracas. Fue diputado a la Asamblea Nacional, presidente de la misma, Canciller, vicepresidente de la República y ahora presidente encargado de Venezuela. Su esposa es la procuradora general del país y ambos son seguidores del líder espiritual indio Sai Baba. También fue la mano derecha de Chávez y lo acompañó durante el transcurso de su enfermedad.

En algunos círculos se contaba a manera de chiste lo siguiente: "Para los que dicen que la revolución no brinda oportunidades, allí está Maduro: de chofer a canciller". Particularmente, el denigrar a una persona por tener un trabajo humilde, me parece de muy mal gusto, pero no hay que negar que la revolución bolivariana sí brinda oportunidades, particularmente a sus seguidores.

Se vienen días interesantes y movidos para Venezuela. Lamentablemente, el futuro pinta negro y muy feo.

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