Sabemos que los ángeles son seres de luz creados por Dios con la tarea de ayudarnos, protegernos y guiarnos y que solamente debemos acudir a ellos pidiendo desde el corazón para poder contar con su asistencia divina.
Sin embargo, es importante aclarar que aunque la ayuda de los ángeles puede llegar a cualquier aspecto de nuestra vida, tiene también algunas características:
1. No puede violentar el Plan Divino. Esto quiere decir que hay experiencias que debemos vivir para nuestro crecimiento y evolución; de tal manera, los ángeles no pueden intervenir en dichas experiencias pues estarían violando esas vivencias que por una u otra razón debemos afrontar para crecer espiritualmente.
2. No puede afectar negativamente a otras personas. Si su petición tiene que ver con algo que usted desea otra persona haga o diga no teniendo en cuenta su libre albedrío o si ésta puede tener una afectación sobre quienes le rodeen, los ángeles no podrán intervenir.
3. No puede buscar solamente "atraer la buena suerte". La ayuda de los ángeles tiene que ver con la manera en que podemos manejar de una manera más fácil las situaciones de la vida de manera que podamos cumplir con nuestra misión... es importante no verlos como 'amuletos' o como quienes nos pueden decir el número de la lotería... su función va mucho más allá que 'atraer la buena suerte'.
4. No puede alterar los tiempos. En muchas ocasiones las personas pueden llegar a sentirse decepcionadas o desmotivadas cuando reciben un mensaje angelical y éste no se materializa rápidamente. Los ángeles nos anuncian las tendencias o futuros probables que existen sobre la situación pero solo Dios sabe el momento junto en que podemos ver dicha tendencia materializada, si nuestro libre albedrío así lo permite (pues no podemos olvidar que precisamente por ello son tendencias: si nuestro libre albedrío cambia, por ende cambiará el desenlace. Nosotros somos cocreadores con Dios de lo que llamamos destino).
5. No puede forzar a que algo pase. Siempre he dicho a las personas que muchas veces lo que queremos no es lo que más nos conviene. Así que cuando hagamos una petición tengamos presente que eso se dará si es para nuestro beneficio y crecimiento espiritual.
Cada vez que deseemos acudir a la ayuda angelical, tengamos presente que Dios es quien comanda y debemos pedirle a Él que nos dé lo que Él sabe es mejor para nosotros. De esta manera, Él enviará a Sus ángeles y arcángeles para ayudarnos a ser más felices, tener más paz interior y poder llevar a cabo nuestra labor de servicio en el mundo.