Votando por la felicidad de mi hijo

Mi hijo Pablo se unió a la Marina a los 17 años. Ahora sirve en la Guardia Nacional y el próximo año será desplegado por tercera vez. Es un buen hijo y un buen hombre comprometido a servir a su país. Y él también es gay.
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Mi hijo Pablo se unió a la Marina a los 17 años. Ahora sirve en la Guardia Nacional y el próximo año será desplegado por tercera vez. Es un buen hijo y un buen hombre comprometido a servir a su país. Y él también es gay.

Cuando Pablo nos dijo que era gay, mi marido y yo le dimos el amor incondicional, la aceptación y el apoyo. Hace 3 años, él conoció al amor de su vida, y en agosto de este año tuvieron una boda hermosa en compañía de toda la familia. Pero en Washington, donde vivimos, su matrimonio no será reconocido. Yo no creo que esto sea justo. Por eso mi esposo y yo nos hemos puesto a hablar en los medios de comunicación para compartir la historia de mi familia.

Nosotras y nosotros, las mamás y los papás, hemos estado a la vanguardia para asegurar de que nuestros hijos e hijas gays se les den trato igual. Como latina, y una madre, mi prioridad es proteger a todos mis hijos - no importa la edad que tengan. De hecho, mi marido se registró para votar por primera vez, sólo para votar a favor del matrimonio igualitario, para que nuestro hijo pueda casarse.

Mañana es un día muy importante por diversas razones. Para mí, personalmente, es muy importante que nosotros como latinos hagamos sentir nuestro apoyo a la libertad y la justicia votando a favor del matrimonio igualitario, no sólo en mi estado de Washington, sino también en Maryland, Minnesota y Maine.

Muchos latinos conocen a alguien que es gay o lesbiana, pues ellos son nuestros familiares, vecinos, compañeros de trabajo, y feligreses en nuestras iglesias. También, cada vez más latinos están llegando a entender lo importante que es no darle la espalda a ningún miembro de la familia o de la comunidad, incluyendo a nuestros hijos e hijas, primos, tías y tíos que son gays y lesbianas.

El matrimonio dice que "somos una familia" de una forma inigualada por ninguna otra palabra. Las parejas del mismo sexo comparten los mismos valores que todos tenemos, como por ejemplo la importancia de la familia y ayudar a nuestro prójimo; también las mismas preocupaciones, como lograr llegar a fin de mes o el temor a perder el empleo; y también las mismas esperanzas y sueños, como encontrar a esa persona especial con quien envejecer, hacer un compromiso de por vida con la persona que amamos en compañía de amigos y familiares.

El apoyo para el matrimonio para las parejas del mismo sexo que tienen un compromiso serio de amor resultará en familias más unidas y fuertes en nuestra comunidad. Es mi deseo ver que en nuestras familias se respeten como integrantes importantes de la familia a nuestros parientes gays y lesbianas, como mi hijo Pablo y su esposo. Es mi deseo de que no corran el riesgo de que se les niegue el derecho a la visita de su pareja en el hospital o pierdan el hogar que juntos construyeron, solo porque la ley no los reconoce como una pareja casada.

Mediante el apoyo al matrimonio igualitario, construiremos familias y comunidades fuertes, ayudaremos a todos a prosperar, y dar a todos la oportunidad de vivir una vida feliz y saludable. Vote por los valores familiares apoyando el matrimonio.

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