Los cínicos

"Odio el cinismo más que al diablo, a menos que ambos sean la misma cosa".

-Robert Louis Stevenson

En algún desgraciado momento de nuestra historia confundimos el cinismo y la inteligencia, la mala leche y la agudeza mental. Creemos que es inteligente el que se burla, el que se entretiene señalando infatigablemente los errores y las abiertas torpezas de los demás; se trata de un grupo de pesimistas profesionales que en realidad no son sino un banda de perezosos que no tienen el valor y la dignidad de vivir a plenitud.

Siempre será más sencillo destruir que construir.

La buena gente, que es como me gusta llamar a la mayoría de los habitantes de este hermoso planeta, viven desde la colaboración, la lucha, la entrega; es decir, honran con cada segundo de su existencia la condición humana. Ellos son los inteligentes, los que se esfuerzan y trabajan, lo que defienden la sonrisa en medio del dolor. La lucidez verdadera es la de quienes resisten, no la de aquellos que se sientan para cantar con displicencia e ingenio las catástrofes del mundo.

La esperanza es el buen aroma de las almas nobles. Lo sé, lo he visto.

Les mando un abrazo, amigos.