La detención de la líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, es similar a la detención de un gran capo del narcotráfico, cae la cabeza, pero el cuerpo sigue vivo.
Muchos de los que hoy señalan, afirman, difunden, festejan o festinan, la detención de la maestra Gordillo, fueron testigos durante años de la opulencia, corrupción, ambición e impunidad con la que actuaba la máxima dirigente de la educación en México y sin necesidad de esconderse.
Era pública y conocida su afición a lujosas cadenas de ropa en Estados Unidos, se sabía de sus propiedades en San Diego, California, de sus cirugías estéticas y era visible el despilfarro de recursos económicos que le rodeaban.
Elba Esther Gordillo nació políticamente en el Partido Revolucionario Institucional y a la par escaló posiciones en el Sindicato de Maestros, que en los años setentas y ochentas, era más que hoy, un apéndice del PRI como la totalidad de los gremios sindicales en México de esas épocas.
Cuando a Elba Esther ya no le sirvió el PRI, cuando ya no hubo un acuerdo muto de satisfacción de intereses, la maestra aprovechó el poder político y económico que le representaban los miles de maestros afiliados al S.N.T.E. y creó su propio Partido: Nueva Alianza.
A base de intercambio de favores, colocó a sus recomendados en puestos claves tanto en la administración pública federal, como en los gobiernos estatales; a ella no le interesaba que Nueva Alianza ganara las elecciones, era suficiente con tener unos cuantos Diputados y Senadores que acabaran inclinando la balanza hacia el mejor postor.
En la recientes elecciones presidenciales de 2012 en México, el Candidato de Nueva Alianza a la Presidencia fue Gabriel Quadri, una figura gris que jugó a ser lo opuesto de quien movía cada paso que daba, al final era obvio que no ganaría, pero la estrategia era alcanzar un porcentaje de votación suficiente que le diera poder para negociar con el nuevo gobierno.
Sería iluso pensar que las investigaciones sobre Elba Esther Gordillo se dieron a partir de la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de México, un personaje con esa fuerza no puede pasar desapercibido para un Presidente, por lo que seguramente hubo conocimiento anterior de los usos y costumbres de la maestra Gordillo.
Si se detuvo hoy y no en el pasado, es una cuestión, si de la detección de un delito, pero también de oportunidad política, porque un grave problema en México es y ha sido la aplicación de una justicia selectiva.
Nadie en su sano juicio podría salir a defender a la maestra Gordillo, quizá sólo quienes vean afectados su círculo de poder; desafortunadamente para Elba Esther Gordillo, quien fuera su aliado, el ex presidente Vicente Fox, ahora juega en el bando presidencial por lo que seguramente se mantendrá obediente.
Lo curioso en todo este escándalo, es que si Elba Esther Gordillo gastó millones de pesos en ropa y cirugías... ¿no sería lógico investigar cuánto dinero público invirtió en Nueva Alianza?, ¿cuántos líderes magisteriales, delegados federales, Diputados locales, Federales y Senadores lograron posiciones con su apoyo económico y político?
Basta mencionar algunos familiares, como su hija Mónica Arriola Gordillo, que es Senadora, y René Fujiwara, su nieto, que es Diputado Federal, ambos por Nueva Alianza, además de Luciano Quadri, hijo de quien fuera el candidato presidencial de ese partido, el cual llegó a la Cámara de Diputados como suplente de Fujiwara.
Otro ejemplo de este árbol genealógico, es Fernando Bribiesca Sahagún, hijo de Marta Sahagún de Fox, quien logró una diputación plurinominal por Nueva Alianza, gracias a la cercanía con la familia Fox, y cómo olvidar a su protegido, el ex boxeador Jorge Kahwagi, uno de los peores personajes que han arribado a la política mexicana en los últimos años.
Pero independientemente de los desfalcos que estén por descubrirse y de los políticos que resulten involucrados, algo muy preocupante que no se debe perder de vista es la evidente y pantanosa red de corrupción que domina las posiciones más influyentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en México.
Si Elba Esther pudo tomar lo que no era suyo, claro que muchos líderes del magisterio siguieron su ejemplo.
Durante décadas la educación en México se ha mantenido estancada y en una posición vergonzosa, sobre todo cuando se compara con los niveles educativos de otros países. Si bien no se puede generalizar y existen maestros verdaderamente dedicados a su profesión, el silencio y pasividad con respecto a la situación de su gremio y de la educación en el país, los hace en parte también responsables.
A partir de la noche del martes 26 de febrero, Elba Esther Gordillo, se convirtió en la mujer más solitaria de México, sus amigos ya no lo son, sus recomendados se esconden, el PRI, el PAN y Nueva Alianza la desconocen y se echan en cara la maternidad política que tuvo sobre ellos.
Si el gobierno del Presidente Peña Nieto está decidido a terminar con la impunidad, lo de Elba Esther es un pequeño paso, pero si no actúa de la misma manera con otros personajes que tienen nexos con su partido y con otros espacios de poder económico, entonces se confirmaría el uso político de las instituciones de seguridad y justicia que tanto se temía con el regreso del PRI al poder.
Habrá que esperar a conocer cuál será la postura de los maestros, pero lo cierto es que un Sindicato de ese tamaño no se transforma de un día para otro, por lo que la corrupción que permitió el desvío de miles de millones de pesos de los trabajadores de la educación, seguirá presente con otros operadores y con un control a distancia de la maestra gordillo.
Cayó la cabeza... pero el cuerpo sigue vivo.