Aprovecho este espacio para compartir la historia de éxito de Oscar Cabrera:
"De jovencito siempre había querido tener el cuerpo de Superman. Desde los 4 años hasta los 16 más o menos, soñé con ser musculoso y flaco, pero mi adicción a la comida me lo impedía. Las ganas de comer eran más fuertes que mis deseos de adelgazar.
Por más que empezaba una dieta proponiéndome bajar de peso, al tercer día ya me parecía eterna. Cuando veía un postre, se me olvidaba todo el esfuerzo que había hecho y saboteaba mi progreso. Mis días pasaban uno tras otro, detrás de una computadora, jugando video juegos, con la botella de soda y las papitas como mis acompañantes fieles. Era una rutina de algo salado, algo con azúcar y lo repetía. No me movía ni hacia ningún deporte e inclusive me daba pereza pararme para algo tan sencillo como abrir la puerta. Lo peor de todo era que, aun si estaba teniendo un día agradable y me sentía contento, al verme al espejo todo cambiaba y me decía 'eres un GORDO'. Yo por dentro sabía que no estaba contento.
Recuerdo que cosas sencillas como ponerme un par de jeans que acaba de salir de la secadora me costaban trabajo. Como no me quedaban, tenía que agacharme, acostarme en la cama, aguantar la respiración y hundir la barriga para que me cerraran. A veces me daba por vencido y simplemente salía con el botón del pantalón desabrochado. Además, sentía que cada vez la ropa XL me quedaba más pequeña y era desesperante.
Uno de los momentos más dolorosos de mi periodo de obesidad fue un summer (verano) cuando traté de entrar al equipo de lucha y lo primero que me dijeron fue, "tú no puedes ser parte del equipo porque eres muy gordo", y se reían de mí. Esto me hacía sentir mal y para desahogarme lo que hacía era comer más.
Pero un buen día me levanté de la cama, me vi frente al espejo y dije, '¡NO MÁS! ¡Yo merezco ser y hacer mucho más con mi vida!'.
Poco a poco fui enfocándome en un estilo de vida diferente que fuese duradero y no momentáneo. La inspiración, los tips y la historia de Alejandro Chabán fueron una pieza esencial para mí en este proceso que cambió por completo mi vida. Me llena de orgullo tener ahora una familia como el Yes You Can! Diet Plan que me apoya, me comprende, me quiere, me respeta, paso por paso, hasta siempre porque no me desamparan ni un sólo día. Me ayudaron a despedirme de la obesidad para siempre.
Es una bendición contar con un equipo tan maravilloso que sabe y siente como yo lo que es ser gordito y no te juzgan ni te presionan; sólo te comprenden con amor y ayuda. Jamás imaginé que el Yes You Can! Diet Plan me diera las fuerzas necesarias para bajar más de 100 libras. Ahora tengo 25% de grasa corporal y estoy en camino a mi cuerpo musculoso. Me siento orgulloso de haber pasado de 260 libras a 160. ¡Soy el Súper Oscar de la familia Yes You Can!".
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