En nuestros queridos países latinoamericanos, pese a la gran apertura en muchos aspectos, aún es un tema tabú hablar en la mesa sobre sexualidad y más sobre homosexualidad.
Aún recuerdo cuando a los seis años le dije a mi abuelo, con toda la inocencia del mundo, que tenía una erección. Me soltó santa bofetada diciéndome "eso no se dice en la mesa, niño cochino". También recuerdo a los viejos de antaño que te decían que si te masturbabas te saldrían pelos en la mano, acné o las uñas se te caerían.
La divina sexualidad: un tema que los padres modernos, como gran parte de mis amigos y yo, platicamos en la mesa con nuestros hijos. Nos creemos más liberales, más tolerantes. Pero pese a nuestra tolerancia y supuesta "modernidad" no puedes negar que la primera vez que tu hijo te lo pregunta o tiene alguna inquietud al respecto se te suben los colores y los "calores" al rostro.
Eso mismo le pasó a uno de mis mejores amigos. La pregunta la hizo su hija de seis años. Les cuento...
Una tarde calurosa después de la escuela y tras una extenuante clase de deportes, la pequeña llegó a su casa emocionada porque había aprendido una nueva palabra, pero no sabía su significado. Lo primero que hizo al llegar fue correr a preguntarle a su héroe, a su mentor, a su ídolo y maestro en cuestiones de Internet y esas "cosas" tecnológicas...
-"Papi, papi, hoy aprendí una palabra nueva, pero no sé qué significa..."
-"Dime princesa, ¿qué es?"
-"Papi, ¿sabes qué es gay [guei]?"
Se le vinieron los calores, su cara lo demostraba. Era la primera vez que su hija le preguntaba algo así, y pese a ser muy liberal, no podía más que demostrar su incomodidad. Y no por el significado de la palabra, sino por cómo explicarlo a su pequeña hija de seis años. Rápidamente buscó la forma de responder tan importante pregunta de su pequeña. Presto, comenzó con lo siguiente:
-"Mi amor, sabes que tu mami y yo estamos casados y nos amamos ¿verdad?"
-"Sí, papi"
-"Bueno, también sabes que somos un hombre y una mujer. En el caso de los hombres que son gay, ellos aman a otro hombre. De igual forma, en el caso las mujeres que son gay, ellas aman a otra mujer. Es decir, les gustan las personas de su mismo sexo".
La pequeña se quedó pasmada, extrañada, "qué respuesta tan distinta a la que esperaba", debió haber pensado. Su padre, al ver esa reacción le preguntó...
-"Mi vida, ¿hay algo que te incomode con la respuesta?"
-"Mmmm, no papi, es que... ¿entonces qué significa toreid [tuh-reyd]?"
-"¿Cómo? ¿Toreid [tuh-reyd]?... ¿Dónde aprendiste la palabra gay?"
-"Aquí en mi botella, que tomé después de [la clase de] deportes..."
No sabía dónde meter la cabeza, los colores le fueron y le vinieron al rostro, no sabía si reír o llorar de la pena; su pequeña le mostraba una botella vacía del popular Gatorade [guei-tuh-reyd] .
Cuando mi amigo nos contó lo que pasó nos moríamos todos de la risa, qué situación tan graciosa. Pero para ponernos "algo" serios, a todos nos va a llegar o ya nos llegó el momento en que nuestros pequeños nos pregunten sobre cuestiones de sexo, ¿sabes qué y cómo les responderás?
Como dicen por ahí: "El ser inteligente no significa saber mucho, sino equivocarse poco".
¿QUÉ TE PARECIÓ ESTA HISTORIA? ¿TÚ HABLAS DE SEXO CON TUS HIJOS?
MIRA TAMBIÉN:
ADEMÁS: