El texto " Antes el Faraón, luego el César, y ahora..." equipara falsamente el sufrimiento judío con Cesar, sugiriendo que en consecuencia y a través del estado de Israel, los judíos se convirtieron en opresores.
Peor aún: las acusaciones y afirmaciones de hechos terribles no están documentadas ni respaldadas por enlaces, títulos o fechas de fuentes que puedan verificarlas. Se pide al lector creer todo.
No solo que las acusaciones contra Israel no son ciertas, sino que el autor interrumpe demasiado temprano sus referencias históricas. Omitió la victimización más reciente y severa, el Holocausto, perpetrado por la Alemania Nazi entre 1939 y 1945.
No muchos saben que el plan original de Hitler era deportar a los judíos a la isla de Madagascar en la costa de Africa.
Sin embargo, los problemas de transportación en tiempos de guerra lo impidieron, y el plan de Madagascar cambió cuando el Gran Mufti de Jerusalén - la máxima autoridad religiosa musulmana del momento- Haj Amin al Husseini, se encontró con Hitler.
El Mufti apoyó el asesinato de judíos y convenció a Hitler que no permitiera que los judíos abandonen Hungría (para salvarse), e incluso impidió un intercambio de prisioneros de guerra alemanes a cambio de 5,000 niños judíos, que terminaron finalmente en los campos de exterminio de Polonia. El Gran Mufti viajó incluso a Bosnia, en donde organizó tropas musulmanas para combatir a favor de Hitler.
El libelo de sangre Los Protocolos de los Sabios de Sión, un libro genocida, fue traducido al árabe y es, aún en nuestros días, uno de los más grandes best sellers del mundo árabe.
¿Cómo se puede comparar la exterminación de seis millones de judíos en el genocidio con la acusación de que practican el apartheid?
El apartheid fue un sistema discriminatorio de leyes en Sudáfrica, que aseguraba la segregación racial de la población mayoritaria negra de la minoría blanca en todos los aspectos de la vida, incluyendo educación, empleo, vida social, y confinaba a esta mayoría a una vida de miseria a millas de distancia de las ciudades y centros de población blancos.
A la acusación del Sr. Ruiz de que hay apartheid en Israel, no existen leyes similares, ni en Israel ni en los territorios de Judea y Samaria (la Franja Occidental). Sin embargo, Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, declaró más de una vez que "si existiera un estado palestino con Jerusalén como su capital, no aceptaremos que un solo judío viva allí".
Considérese la profundidad del odio en que se basa esta declaración. No hay ningún estado democrático en el mundo que declare que no pueden vivir en él los judíos, o cualquier otro miembro de una raza, grupo étnico o religioso. Quizás eso suceda en las teocracias.
La realidad es que en la Israel democrática vive 1.5 millones de árabes, sin temor por su seguridad ni su libertad. Los árabes en Israel tienen plenos derechos de ciudadanía, incluyendo el derecho al voto, tres partidos políticos. Han elegido a sus miembros al parlamento (llamado allí Knesset). Hay un árabe en la Suprema Corte de Justicia de Israel. Muchos ´árabes israelíes y judíos viven uno junto al otro en la ciudad de Haifa, y hay numerosas ciudades y pueblos árabes que viven sin interferencia desde la creación del estado de Israel.
Todos los ciudadanos árabes de Israel pueden vivir en donde quieran, pueden ir a la universidad. Muchos de ellos son exitosos hombres de negocios. En 2009 una bella mujer árabe, Rana Raslan, fue coronada Miss Israel.
Las oportunidades en los campos de negocios, medicina y tecnología están abiertas a todos los que tienen el interés y la iniciativa. Una válvula respiratoria usada para el diagnóstico de cancer de pulmón fue desarrollada por un árabe israelí, el profesor Hossam Haick. Un GPS para neurocirujanos fue inventado por una pareja de árabes israelíes, Reem e Imad Younis; el uso de nanopartículas de oro para mejorar la terapia de radiaciones fue descubierto por una mujer árabe israelí, Amal Ayoub, y eso mencionando un solo campo de acción.
El trato de los judíos que viven entre los palestinos es diametralmente opuesto, de opresión y terror incesante. La constitución de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), luego adoptada por la Autoridad o gobierno palestino, dice que:
"La lucha armada es la única manera de liberar Palestina. Esta es la estrategia global, no meramente una fase táctica" (Artículo 9). "La liberación de Palestina ... es un deber nacional (qawmi)... y tiene como objetivo la eliminación del sionismo en Palestina (artículo 15), y "La partición de Palestina en 1947 y el establecimiento del Estado de Israel son totalmente ilegales" (artículo 19).
La constitución de Hamas, en Gaza, es aún más virulenta y "considera a los judíos como diabólicos y merecedores de una masacre. Considera que el "sionismo mundial" controla todos los gobiernos títeres del mundo y es responsable por todas las guerras de la historia.
Raymond Ibrahim, experto en Islam y autor de The Al Quaeda Reader, escribe sobre las plegarias recitadas por musulmanes en donde los judíos y cristianos son considerados enemigos, y cita al "popular predictador Sheikh Muhammad al-Zoghbi que hizo la siguiente invocación:
"Que Alá corte tu lengua. Que congele tu sangre en tus venas. Que te cause cancer y no te permita el respiro... Alá, deja que tu profeta los domine. Destrúyelos, Alá. Destrúyelos, Alá. Destrúyelos, Alá. Destruye a los criminales que desafían al noble profeta".
Es cierto: cada sociedad, cada nacionalidad, tiene a su gente buena y su gente mala. Depende de los líderes el control de los ciudadanos y miembros, para asegurar la paz y la buena voluntad, en casa como en el extranjero. Es cierto. Hoy mismo, un artículo aparecido en el diario Israel Hayom (Israel de Hoy), habla de un oficial de policía que hizo en Facebook una observación inaceptablemente racista a una mujer árabe que había sido víctima de un ataque. Afortunadamente, no solo fue suspendido, sino que fue expulsado de la agencia.
La acción es más importante que las palabras. Obsérvense las acciones de Israel, Palestina, y Gaza. Compárense, antes de decidir.