Al mejor cazador se le va la liebre

Pongámonos en los zapatos de Luis Pérez por un momento. Jugaba sin estar al cien por ciento de sus capacidades debido a una lesión, cumplía 13 años en Primera División, era el último minuto de un partido entre dos clubes grandes y en sus zapatos estaba la posibilidad de darle un urgente triunfo a Chivas. No era sencillo, para nada lo era.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

luis perez

Pongámonos en los zapatos de Luis Pérez por un momento. Jugaba sin estar al cien por ciento de sus capacidades debido a una lesión, cumplía 13 años en Primera División, era el último minuto de un partido entre dos clubes grandes y en sus zapatos estaba la posibilidad de darle un urgente triunfo a Chivas. No era sencillo, para nada lo era.

Asumió el reto, su etiqueta de gran cobrador de penales hacía pensar que el balón terminaría en las redes y que sería el héroe de la película. Pero no, el destino le tenía preparada una desagradable sorpresa. Luis Ernesto machucó el esférico y éste, de manera caprichosa, se fue a impactar al palo. Inmediatamente se convirtió en el gran villano y en el blanco perfecto para los insultos y las burlas.

Este lunes, todos los periódicos especializados en deportes tuvieron en su portada o en interiores alguna foto del hoy infame, indigno, sinvergüenza y vil jugador. Así es el futbol, eres lo último que hiciste, para bien o para mal. Si hubiera anotado sería casi un dios.

"Todavía me duele", reveló el mediocampista del Rebaño, con la aclaración de que no era un pretexto, luego de su domingo maldito en la cancha del "Omnilife". Acá brincan dos preguntas: ¿Por qué jugó y por qué cobró el penal si no se encontraba totalmente recuperado? Si esto es verdad, no debió estar en el campo y parte de la responsabilidad debe adjudicársele al cuerpo técnico.

Al margen de lo físico, me parece importante resaltar lo emotivo. No cualquiera cumple 13 años en Primera División. Son miles los que intentan jugar en el máximo circuito y pocos los que lo logran. Llegar a tanto tiempo, con una carrera bastante buena, debió estar presente en la mente de Pérez. Quizá esto influyó en su disparo.

Si no fue así, algo que seguramente sí lo hizo fueron las circunstancias, el momento y el entorno. Su equipo dependía de ese gol para dar un buen salto en la Tabla. De hecho, si hubiera metido el penal, Chivas estaría en el lugar nueve y no en el 13. La oportunidad se le presentó en el último minuto, en un partido transmitido en cadena nacional y frente a Pumas, un adversario con el que la rivalidad ha aumentado notablemente. En pocas palabras, demasiada presión.

Y quizá usted, amable lector, me dirá que para eso entrenan todos los días, que deben estar preparados física, mental y emocionalmente. Le responderé que tiene razón y agregaré que un penal fallado es un penal mal tirado, pero le recordaré que antes que cualquier otra cosa un futbolista es un ser humano y como tal el error es parte de él.

Hoy a Luis Pérez le tocan las mentadas, pero seguramente se recuperará. Es un jugador con muchísima experiencia. Estoy convencido de que volverá a pedir la pelota a la hora de cobrar un penal y cuando lo acierte ya no será el villano, sino el héroe que tantas veces ha sido.

Lo invito a que se una a Social Sports, un proyecto nuevo que busca informar, opinar y entretener. Me dará mucho gusto verlo por ahí. Sólo siga el siguiente enlace: http://www.facebook.com/1SocialSports

¡Hasta pronto!

¿Te gustó este artículo?

Mira qué opinan otros y deja tu comentario aquí

Popular in the Community

Close

What's Hot