En medio del éxito de su obra de teatro "Miss Cuarenta", Paula Arcila se dio una escapadita con su prometido. Aprovechando la invitación a una boda en Italia, se tomaron unas minivacaciones y recorrieron el norte del país europeo.
Aunque lo tiene bien escondidito, y no nos compartió ni una sola foto con su novio, sí pudimos saber que llevan dos años juntos, y que se comprometieron el 27 de febrero, día que Paula cumplió sus 40 años. El galán nació en Valencia, España y están enamoradísimos. Por eso no nos llama la atención que la actriz y escritora se haya puesto tan contenta cuando se quedó con el ramo de novia en la boda.
En exclusiva, HuffPost Voces habló con Paula sobre sus vacaciones y su ¿pronta boda?
¿Qué lugares recorriste en tus vacaciones?
Me fui de vacaciones al norte de Italia; estuvimos en Monza, Milán, Génova, Rapallo, Bérgamo, Recco, Cinque Terre... Conocí el famoso lago Como.
Y además fueron a una boda.
Sí, se casaba un buen amigo de mi novio, estudiaron juntos en Dinamarca hace muchos años; aprovechamos que por fin pudimos escaparnos de vacaciones luego de estar trabajando todo el verano en "Miss Cuarenta", y coincidió con la fecha de la boda. La boda muy sencilla, solo había con nosotros 30 invitados, y justo cuando comenzó la ceremonia [al aire libre] empezó a llover y no paró hasta que llegamos a la cena. A propósito de cena, no recuerdo haber comido tanto en una boda … Una cosa estaba más deliciosa que la otra y yo feliz de haber usado este traje ancho, porque me di el lujo de comer todo sin necesidad de meter barriga.
¿Cómo hiciste para ganarte el ramo, o te lo regalaron?
El ramo realmente no lo gané… ¡casi me hago matar! Dice mi novio que la única que saltó fui yo, ¡que vergüenza!... La otra chica agarró los tallos y yo la parte de las rosas; no sé si le provoqué miedo o pena, lo cierto es que lo soltó fácilmente, y yo salí victoriosa. Juro que intenté dárselo pero no lo quiso recibir, así que le prometí que a manera de desagravio, si me caso la invitaré a mi boda.
¿Lista para tu boda?
No, pero tampoco estaba lista para comprometerme, y sin embargo pasó de la manera más inesperada y natural; siempre que empezamos a hacer planes nos damos cuenta que es mucho rollo y nos hacemos los locos... Es algo intermitente, de pronto nos sentimos preparados y de pronto sale la famosa frase de "así estamos bien".
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