Gerardo Reyes, líder agrícola, asegura que hay cero tolerancia contra la discriminación y el abuso

Líder agrícola asegura que hay cero tolerancia contra la discriminación y el abuso
** ADVANCE FOR WEEKEND OF MAY 6-7 ** Farmworkers pick tomatoes at Taylor & Fulton Tomatoes Thursday, March 30, 2006, in Immokalee, Fla. The Coalition of Immokalee Workers' came to prominence in the 1990s by championing a series of farmworker abuse cases and by organizing a four-year boycott of Taco Bell that ended in 2005 after the restaurant agreed to pay Florida farmworkers an extra penny a pound for its tomatoes. Now it has its sights set on the entire fast-food industry, starting with the giant of giants, the McDonald's Corp. The coalition wants McDonald's to increase wages, improve working conditions and give tomato pickers a greater voice in their future. (AP Photo/Luis M. Alvarez)
** ADVANCE FOR WEEKEND OF MAY 6-7 ** Farmworkers pick tomatoes at Taylor & Fulton Tomatoes Thursday, March 30, 2006, in Immokalee, Fla. The Coalition of Immokalee Workers' came to prominence in the 1990s by championing a series of farmworker abuse cases and by organizing a four-year boycott of Taco Bell that ended in 2005 after the restaurant agreed to pay Florida farmworkers an extra penny a pound for its tomatoes. Now it has its sights set on the entire fast-food industry, starting with the giant of giants, the McDonald's Corp. The coalition wants McDonald's to increase wages, improve working conditions and give tomato pickers a greater voice in their future. (AP Photo/Luis M. Alvarez)

El 90 por ciento de los tomates que llega a nuestras mesas es cultivado por manos inmigrantes, especialmente manos mexicanas, salvadoreñas, guatemaltecas y hondureñas. Los principales cultivos se localizan en el área de Immokalee, al noreste de Florida.

Por años, estos trabajadores agrícolas han enfrentado todos los obstáculos, léase problemas migratorios, discriminación laboral, violencia física y hasta sexual.

Esta dura realidad está cambiando, pero la batalla no está ganada. La Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW, por sus siglas en inglés) es la encargada de velar por el respeto y por mejores condiciones de vida para estos campesinos.

Recientemente, CIW a través del “Programa de Comida Justa" (FFP, por sus siglas en inglés) logró una alianza con Ahold USA --una de las mayores empresas de distribución de comida de EE. UU.-- para que todo el tomate producido en Florida sea comprado por esta corporación. Esto se traduce en un incremento, en forma de bono, para los campesinos.

HuffPost Voces conversó con Gerardo Reyes, líder de CIW, acerca de cuál es la realidad de los trabajadores inmigrantes en los campos agrícolas.

- ¿Cuánto ha beneficiado a los campesinos esta alianza con Ahold USA?
Nos hemos beneficiado mucho, en parte, por el “Porgrama por comida justa”, que empezó por Taco Bell y logró establecerse en 13 diferentes acuerdos. Se habían hecho algunas giras y se logró incorporar a grupos accionistas en Europa. En estos últimos cinco años, el programa ha luchado en contra de la prácticas injustas y abusivas, especialmente en la industria del tomate.

- ¿Realmente los trabajadores ven el beneficio, o se trata de un paso a nivel político?
Desde la implementación del acuerdo sí se han logrado varias cosas y Ahold USA se ha comprometido a pagar un centavo más por cada libra de tomate que se compra en la costa este y oeste. Esto va directamente a los trabajadores en forma de bono. También ha sido muy importante que se ha establecido la filosofía de que los trabajadores se puedan quejar si tienen algún problema y que no tengan miedo a las represalias.

- ¿En estas quejas se comprenden las relacionadas por abuso sexual o violencia física por parte de patronos o de otros empleados?
Esto protege al trabajador del despido o de represalias cuando existe alguna queja. La idea siempre es buscar una solución cuando existe un problema que se reporta. En los teléfonos de la Coalición hemos recibido más de mil quejas y podemos decir que sí han sido resueltas y se han eliminado muchos abusos, como por ejemplo, el sexual, que siempre ha sido un tema muy fuerte en la industria agrícola, también los problemas de discriminación, de abuso verbal, de violencia en las labores, de inseguridad. Los trabajadores ahora tienen áreas de descanso con sombra en las labores, las cuales antes no existían, tienen derecho a parar de trabajar si se se sienten amenazados por exposición a pesticidas o el calor extremo. Las compañías tienen que proveer sombra, agua fresca, baños limpios y muchos otros elementos que antes no se respetaban. Estamos viendo un cambio muy profundo en la aplicación de los derechos a nivel histórico, hay requerimientos de celo tolerancia para condiciones de esclavitud, trabajo infantil y situaciones de abuso sexual.

- Sabemos que muchas familias inmigrantes se ven obligadas a que sus hijos trabajen en las labores porque los salarios son bajos y no alcanzan para vivir. ¿Cómo se controla que no se contraten menores?
Siempre han existido niños trabajando en las labores agrícolas, pero después de la implementación del "Programa por Comida Justa" las compañías son muy cuidadosas a la hora de contratar niños. Se está eliminando el trabajo infantil en la labor y atacando el problema de raíz. Muchas veces las familias se ven forzadas a poner a sus hijos a trabajar por los sueldos estancados. Ahora con el bono pagado por las corporaciones, que hasta el momento es más de 16 millones de dólares distribuidos en Florida en alrededor de 30 mil puestos de empleo, ese bono está ayudando a aliviar la problemática de los bajos salarios. Puede representar 30 o 60 dólares más en el cheque de la semana. Estamos luchando para que más corporaciones se unan al programa. Se está luchando para que todo el tomate que se produce en Florida y en la costa este, esté cubierto bajo lo que llamamos "el centavo por libra". Cuando esto se logre pasar, el sueldo de cada trabajador será casi el doble.

- ¿Cuál es el salario actual de un campesino que trabaja en el tomate?
Esa pregunta es un poco complicada de responder. Actualmente, un trabajador gana de 55 a 60 centavos por una cubeta de 32 libras, equivalente más o menos 15 kilos. Antes del programa, ganaba de 40 a 45 centavos. Ha existido un incremento de 10 a 15 centavos más por cubeta y también la eliminación del "copete", que es poner 10 por ciento menos de tomate en la lata, lo que también es un incremento en lo que se le paga al trabajador. El estimado más cercano del salario de un campesino es el que hizo el Departamento del Trabajo hace unos años, donde calculó que oscilaba entre los 11,300 a 12,300 al año. Esto incluía los sueldos de los supervisores.

- ¿Cuál es la situación de las mujeres en las labores agrícolas?
Tenemos un estimado de un 10 por ciento de mujeres dentro de la fuerza laboral de Immokalee. Un 15 por ciento son mujeres y familia. El pago es el mismo y bajo el nuevo acuerdo las mujeres están protegidas en contra de la discriminación y el despido, que eran muy frecuentes. Teníamos muchos episodios de acoso sexual por parte de contratistas, choferes o de otros trabajadores.

- ¿Qué significa para el resto de los inmigrantes agrícolas en EE. UU. el trabajo de la Coalición de Immokalee?
Lo que vemos es que donde se implementa el "Programa por Comida Justa" los trabajadores están reportando todos los abusos. Significa una profunda transformación en la industria del tomate. Desafortunadamente todavía existen abusos, pero hay una diferencia bien grande en la actualidad. Necesitamos seguir en la batalla para que esta experiencia se extienda a todo el país.

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