El 23 de febrero de 2014 autoridades mexicanas detuvieron en Mazatlán, Sinaloa, a Joaquín Loera, alias "El Chapo Guzmán". Ese fue uno de los logros más rimbombantes del presidente Enrique Peña Nieto.
La noche del sábado 12 de julio de 2015 el líder del Cártel de Sinaloa escapó por segunda ocasión de un penal de máxima seguridad. Esta vez fue por un túnel de una milla, que dejó en ridículo a todo el gobierno de México.
Para Peña Nieto era prácticamente imposible pensar en una segunda fuga del narcotraficante, así lo manifestó en febrero de 2014 en una entrevista con León Krauze de Univision.
Casi el 70% de los mexicanos dice que existe la posibilidad de que se vuelva a escapar Joaquín Guzmán, ¿usted se compromete a que eso no ocurra?, preguntó Krauze al entonces vanagloriado mandatario mexicano.
"Es una obligación que tiene el estado mexicano, además frente a lo que ya ocurrió en el pasado. Sería verdaderamente algo más que lamentable, digo es imperdonable... que ahora el estado y el gobierno tomen las debidas providencias para asegurar el que lo ocurrido hace algunos años se pudiera repetir", respondió Peña Nieto.
"Es algo en lo que he insistido, créeme que todos los días al titular de gobernación es algo que pregunto, ¿Ya lo tienes bien vigilado, estás seguro? porque es una responsabilidad que hoy tiene a cuestas el gobierno de la República. El asegurar que la fuga ocurrida hace algunos unos años nunca más se vuelva a repetir".
El secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se encontraba junto al presidente y su comitiva de 441 personas en París cuando Guzmán dejó el penal del Altiplano.