El café está tan cargado de azúcar que para quien nunca lo ha probado es una experiencia incomparable, que te deja con el deseo de volverlo a probar o de no intentarlo más. Ese es el tradicional café cubano, especialmente el del restaurante Versailles, probablemente el sitio de comida cubana más famoso fuera de la isla caribeña.
¿Pero cuál es la relación entre la tacita del negro y azucarado café cubano con los políticos? ¿Por qué hay que hacer una parada obligatoria en este emblemático lugar en el corazón de la Calle 8?
No hay candidato en campaña que vaya a Miami y no pase por el Versailles y se tome el "cafecito" en "La Ventanita". Así se le conoce al rincón del restaurante donde se pide el café, generalmente acompañado de los tradicionales pastelitos (si es de guayaba, mejor) o de las croquetas cubanas.
Los políticos van y se llevan una visión concentrada de cómo piensa un sector del exilio cubano. En el Versailles se puede discutir de cualquier tema de actualidad, pero el infaltable es el de la política, especialmente si está relacionado con Cuba y Estados Unidos.
Allí no hay discusión calmada. Los ánimos se exaltan y lo que empieza como una conversación entre dos puede convertirse en una folclórica gritería en grupo con suficiente potencia de decibeles para dañar los oídos. Ese color, ese termómetro es el que buscan los políticos. Aunque no lo entiendan, al menos se llevan una idea.
"Es muy raro encontrar un cubano que no se apasione en una discusión de un tema de Cuba o de cualquier otro asunto político. Miami no sería Miami sin el café cubano. Los políticos, las celebridades buscan ese calor, ese sabor que no se encuentra en otro lugar de Estados Unidos", dijo el abogado Luis Fernández a HuffPost Voces.
"Cada vez que hay una reunión, algo importante en política, la gente sale de ahí, entonces los políticos que están buscando esa pintura de Miami piensan en ese lugar. Es un símbolo. El Versailles tiene cierta identificación con el Partido Republicano y con un grupo de cubanos que son de línea dura en las relaciones con Cuba", añade Fernández, quien es un profundo conocedor de la cultura cubana.
La mayoría de los presidentes de Estados Unidos en los últimos 30 años han visitado el Versailles. Todavía se espera la visita de Barack Obama.
Miguel Saavedra, de la organización de exiliados "Vigilia Mambisa", explicó que el voto cubano es atractivo para cualquier candidato.
"Vienen y se toman un café cubano porque esa es la forma de identificarse con los votantes cubanos. Es un voto que sigue siendo muy importante y codiciado en cualquier elección en el país".
"El Versailles es un icono para la comunidad hispana, un refugio donde todos vamos a celebrar, a mirar, a discutir y protestar. Es un lugar único y lo más cercano que tienen muchos inmigrantes a sus queridos países", señaló a la agencia EFE la chef de origen cubano Ana Quincoces, autora del libro "Sabor!: A Passion for Cuban Cuisine".
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