La situación económica puede ser una preocupación para muchos argentinos, pero no para la presidenta, Cristina Fernández, quien contrario a la mayoría de la población ha cuadruplicado su patrimonio en los ocho años que ha servido en la Casa Rosada.
Aunque el poder adquisitivo en Argentina ha decaído consecutivamente en los últimos seis años y la inflación ronda en el mejor de los casos el 20%, Fernández, viuda del expresidente Néstor Kirchner, vio cómo su fortuna pasó de 1.87 millones de dólares cuando asumió la presidencia en 2007 a 7.14 millones de dólares en 2015.
En la última declaración patrimonial juramentada como presidenta de Argentina, Fernández reportó ganancias por 1.3 millones de dólares, con lo que incrementó su fortuna un 16% respecto al 2014 y se consolidó como la jefa de estado más acaudalada del continente, por encima del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien goza de un patrimonio de 7 millones de dólares.
Clarín puntualizó que Fernández declaró los valores fiscales de sus bienes inmuebles, por lo que su patrimonio real supera ampliamente los 7.14 millones de dólares estipulados oficialmente.
El mismo diario bonarense calificó de 'escasa' la información que muestra la declaración, ya que la reforma judicial redujo la cantidad de datos que deben entregar los funcionarios argentinos.
"La nueva ley de declaraciones juradas fue parte del paquete de la frustrada reforma judicial y se presentó como una herramienta de -mayor transparencia-, pero en lo concreto redujo notablemente la cantidad de información que deben entregar los funcionarios.
Entre los escasos datos que muestra la declaración de Cristina se destacan los rubros -gastos personales-, donde declara $1.646.366 (182,024.53 dólares), y -bienes del hogar-, que cayeron de $944.467 (104,421.59) a $921.539 (101,886.64). 'No son datos reales, sino datos impositivos', aclaró a Clarín el presidente de la ONG Contadores Forenses Alfredo Popritkin", señala la nota firmada por Nicolás Pizzi.
Fernández sucedió en el cargo en 2007 a su difunto esposo Néstor Kirchner. Durante su primer mandato declaró una fortuna de 1.8 millones de dólares, en 2011 de 4.42 millones y en 2015 de 7.14 millones.
La prosperidad económica de Fernández a la par del poder público conllevó a tres denuncias por enriquecimiento ilícito durante sus dos mandatos, todas sobreseídas, algunas en tiempo récord por jueces vinculados al kirchnerismo.
Las fortunas, nada despreciables de otros presidentes latinoamericanos, palidecen ante la de Fernández: por ejemplo su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, tiene un patrimonio de 1,750,695 reales brasileños (561,798 dólares), aunque es igualmente hábil para los negocios, pues logró incrementarlo 64% en sus primeros cuatro años de gobierno.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, siempre bajo el escrutinio público por su vida de lujos, tiene un patrimonio de 45.2 millones de pesos mexicanos (2.9 millones de dólares).
Si hablamos de salarios la presidenta argentina es la más eficaz para invertirlo, pues oficialmente tiene el sueldo más bajo de los presidentes de las tres economías más grandes de Latinoamérica, gana $6,000 dólares mensuales, por $8,000 de Rousseff y $20,409 de Peña Nieto.
"¿A dónde me voy a ir si soy argentina? Voy a seguir estando acá, en la calle, junto al pueblo", dijo recientemente con ironía involuntaria pues el 'pueblo' está lejos de tener ganancias similares. Según el Banco Mundial el Ingreso Per Cápita argentino en 2014 fue de 14,715 dólares.
Así, el 10 de diciembre culminará el periodo presidencial de Cristina Fernández, una época feliz, próspera y de grandes réditos... Al menos para ella.