Escenas de gran consternación se suscitaron la noche del viernes en el Fenway Park de Boston cuando una aficionada fue severamente herida por el golpe de un bate roto que salió disparado a las tribunas durante el juego entre Medias Rojas y Atléticos.
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Tonya Carpenter estaba sentada en las tribunas ubicadas entre el plato de 'home' y la tercera base cuando el bate del jugador de Oakland, Brett Lawrie se rompió y le pegó en la cabeza.
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El juego se suspendió por la gravedad de las heridas de la mujer, hasta que fue retirada de las tribunas por los paramédicos. La policía de Boston tomó nota de lo sucedido, pues la vida de Carpenter está comprometida.
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La aficionada de los Medias Rojas acudió al estadio acompañada de su hijo y un amigo. Fue llevada de emergencia al hospital, donde fue operada por múltiples fracturas.
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Amigos de la mujer de 44 años iniciaron un movimiento en Internet para recaudar fondos que ayuden a su recuperación. "Ella es una bella, positiva y trabajadora madre soltera que haría lo que fuera por su familia y amigos", se lee en el sitio web.
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El sábado la organización de los Medias Rojas ofreció un minuto de silencio por la salud de Tonya, antes del juego contra Atléticos.
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La familia de Carpenter emitió un comunicado en el que agradeció el apoyo y las oraciones. Hasta la elaboración de esta nota, se reportaba como estable en el Centro Médico Beth Israel Deaconnes de Boston.
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