A cuatro días de las elecciones en México nada parece contener la violencia que ha cobrado la vida de ocho candidatos.
Este martes un comando armado entró a la casa de campaña del Partido de la Revolución Democrática en la localidad de Valle de Chalco, Estado de México, y asesinó a balazos al candidato a diputado federal, Miguel Ángel Luna Munguía.
El PRD condenó el asesinato de su candidato a través de su cuenta de Twitter. La organización negó que Luna Munguía hubiera recibido amenazas previas, pero en varias ocasiones advirtió que el municipio es un foco rojo acosado por la violencia para la jornada electoral del próximo 7 de junio.
El gobierno local encabezado por Eruviel Ávila ha minimizado los incidentes de violencia: "El proceso electoral se está llevando a cabo en paz... Éste lamentable incidente es un hecho aislado", dijo el mandatario al tiempo de reprobar el crimen.
Todavía en la mañana del martes Pedro Zamudio, presidente del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), negó que fueran necesarias medidas de seguridad extraordinarias para las elecciones.
El Estado de México, que gobernó de 2005 a 2011 el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, se ha consolidado como la entidad más violenta con 48 homicidios por día, de acuerdo a las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El ataque a candidatos no distingue partidos ni lugares geográficos; En mayo otros tres contendientes fueron asesinados:
Héctor López Cruz, quien era candidato del PRI a noveno regidor para el municipio de Huimanguillo, Tabasco fue muerto, al igual que Enrique Hernández Salcedo, candidato de Morena para la alcaldía de Yurécuaro, Michoacán. Ulises Fabián Quiroz, contendía por el PRI y el Partido Verde a la alcaldía de Chilapa, Guerrero, pero también fue ultimado.
Las investigaciones han arrojado que algunas autoridades estuvieron involucradas en los crímenes. Es el caso de Hernández Salcedo, donde tres mandos de la policía local fueron los implicados.
La alarmante situación no parece cambiar el discurso oficial que tiene un tono de serenidad y tranquilidad. El secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha insistido en que "México no está en llamas" pese a los candidatos muertos y múltiples amenazas al proceso electoral.
Un artículo del semanario Zeta contabilizó 8 candidatos asesinados en lo que va del año electoral:
"Políticos son blanco de las narcoejecuciones que conllevan un mensaje: 'Llegue quien llegue tienen que cuadrarse'. Decapitaciones, 8 muertes violentas a candidatos y a más de 10 funcionarios públicos, amenazas, atentados y zonas de alto riesgo estigmatizan las campañas del 2015 como unas de las más violentas", señala la publicación.
El Instituto Nacional Electoral ha conminado a la ciudadanía a salir a votar el próximo domingo, aunque reconoció 12,000 secciones clasificadas como 'focos rojos' por la violencia del crimen organizado.
"Son lamentables los asesinatos de los candidatos, pero confío en que los mexicanos serán maduros, que podrán ejercer libremente su derecho a voto y existen condiciones para que la autoridad electoral reciba esos votos", dijo Marco Baños Martínez, Consejero del INE a Zeta.
No sólo es el crimen organizado el que tiene en vilo a las elecciones en México, también hay un movimiento magisterial que ha amenazado con boicotear y no permitir que se instalen casillas en centros educativos. El gobierno cedió a peticiones como la eliminación de la evaluación laboral, pero no les bastó y las protestas continúan.
Estos factores unidos al desencanto social por la actuación de los políticos y la sobreexposición de mensajes publicitarios de las campañas hacen prever un gran abstencionismo que ronde el 55%.
En estas elecciones estarán en disputa un total de 2,159 cargos: se renovarán las 500 curules de la Cámara de Diputados, 9 gubernaturas, 641 diputaciones en 17 entidades, 993 alcaldías en 16 estados y las 16 jefaturas delegaciones en el Distrito Federal.
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