Barack Obama visitó la iglesia de la Ermita de la Caridad, un emblema de la comunidad exiliada cubana en el sur de Florida.
El presidente llegó a la histórica cofradía para expresar su respeto y admiración por la diáspora cubanoamericana en el exilio y para reconocer el sacrificio que han hecho los cubanos en el desarrollo económico y social de la ciudad de Miami.
"Incontables miles de cubanos han llegado a Miami en aviones, en balsas improvisadas. Algunos con poco, con la camisa sobre la espalda y la esperanza en los corazones. Hoy en día, se refieren a Miami como la capital de América Latina, pero también es una ciudad profundamente americana, un lugar que nos recuerda que los ideales son más importantes que el color de nuestra piel o las circunstancias de nuestro nacimiento, una demostración de lo que ha logrado el pueblo cubano", dijo Obama a los periodistas que lo siguieron en su visita de dos días a Miami.
Obama estuvo acompañado por el padre Juan Rumín Domínguez, el rector del templo. La visita fue de sorpresa y los fieles que se encontraban en el interior de la Ermita quedaron realmente impactados cuando vieron al presidente que los saludaba con un informal: ¡Hola!
Obama se interesó por el mural que adorna la capilla principal de la Ermita y que recoge en imágenes importantes figuras y eventos de la historia de la isla de Cuba.
Esta visita ocurre después de que el presidente anunciara a finales del 2014 la normalización de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
El Vaticano dijo que el papa Francisco ha expresado su satisfacción por el nuevo rumbo que ha tomado la política entre ambas naciones. "Se complace vivamente por la histórica decisión de los gobiernos de los Estados Unidos de América y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia reciente", expresó la Santa Sede.
En 1961, Washington rompió las relaciones diplomáticas con la isla, y luego se llevó a cabo la fallida invasión de Bahía de Cochinos patrocinada por la Casa Blanca en la que se buscaba derrocar a Castro.