El conflicto de Yemen y el papel que juega Estados Unidos en la seguridad del Medio Oriente figuran entre los temas de conversación entre Obama y los líderes del Golfo Pérsico.
Este miércoles 13 de mayo, el presidente estadounidense sostuvo un encuentro en la Casa Blanca con los mandatarios de Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
La agenda de trabajo de este jueves se trasladó a la residencia presidencial de Camp David, en Marylan, de acuerdo con un comunicado enviado a los medios de comunicación por el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Según los expertos, con esta cumbre, Obama intenta tranquilizar a los líderes del Golfo acerca de su seguridad en la región en medio de un posible acuerdo nuclear entre Occidente e Irán.
Según el analista internacional, Wilfredo Amr Ruiz, en entrevista con el programa "Prohibido callarse", el reto de Obama es difícil pues muchos países árabes han cambiado su postura en relación con Estados Unidos.
"Ese amigo y aliado incondicional [Arabia Saudita] esperando la anuencia y el permiso entre comillas de Estados Unidos para cualquier acción radical política ya no es así desde que está el nuevo rey saudí [...] Vemos que ha cambiado las políticas de su predecesor, como por ejemplo estos ataques militares, con solo unas horas de notificación previa a Estados Unidos, no lo hubiera hecho el anterior rey como ha sido con el caso de Yemen. Le han dado un portazo en la cara al presidente Obama. Muchos monarcas del Medio Oriente han enviado a delegaciones que se envían a casos de funerales, de protocolo, y no delegaciones con realmente el poder de decisión", dijo Amr Ruiz.