Tener una familia grande es maravilloso, realmente lo es. ¿Pero vivir en una casa con ella? ESO es complicado.
Aun si luego te mudas a una casa que no sea del tamaño de un pequeño hotel, los efectos de vivir con una familia grande parecen nunca desaparecer. Tal vez vivir con una familia grande te convirtió en alguien ecológico. Quizás hizo que fueras más organizado. O puede que te hayas vuelto loco. Sea lo que sea, sabes que has vivido con una familia grande cuando…
1. Desarrollaste amplia habilidad para lamer, escupir o alterar de otra forma los alimentos para que tus hermanos no los consumieran.
2. Sabes qué hacer para que cualquier cantidad de personas quepa en cualquier auto, sin problema alguno.
3. Has visto cómo se desaparece un cubo de helado de cinco libras en 10 minutos.
4. Rara vez compraste ropa de una tienda real hasta que llegaste a la universidad, porque “ir de compras” siempre significó heredar de tus hermanos.
5. No recuerdas qué es hablar por el teléfono de tu casa, porque siempre había alguien usándolo.
6. Te has hecho un poco de pipí encima por haber tenido que esperar para poder ir al baño.
7. Todas las comidas de tu infancia eran un guiso. Cada. Una. De ellas.
8. No puedes quitarte la costumbre de escribir tu nombre con un Sharpie en las etiquetas de cada una de tus camisetas. ¿Qué pasa si alguien se adueña de alguna?
9. Entrenaste para los deportes de la escuela corriendo a toda velocidad para agarrar el mejor asiento del auto.
10. La hora de preparar los almuerzos escolares en la cocina de tu casa lucía muy similar a la línea de ensamble de los restaurantes Subway.
11. Llegaste a despertar súper temprano para ducharte y usar el agua caliente antes de que se agotara.
12. Recuerdas que escoger las tareas de la casa del fin de semana era como el draft de la NFL… sin opción de intercambio.
13. Te has quedado sin poder entrar a tu casa porque todos pensaron que todos los demás tenían la llave.
14. En tu familia, “salir a almorzar” significa manejar en camioneta hasta Costco y comerse todas las muestras gratis de alimentos.
15. Puedes llenar perfectamente un lavaplatos en 36 segundos.
16. Siempre se te pierde un zapato. Y si no, entonces a uno de tus hermanos le falta un zapato. Nunca nadie tiene ambos zapatos. ¿DÓNDE ESTÁN LOS ZAPATOS?
17. Comprar regalos de Navidad hubiera sido un chiste, así que estás acostumbrado a hacer Secret Santa (amigo secreto) — y a veces, se te olvida alguien de la lista.
18. Aprendiste a montar bicicleta a temprana edad, porque tu mamá no podía estar llevándote a todos lados.
19. Prácticamente NUNCA has estado solo. Pero al final del día, ¿no es esa la mejor parte?
--Esta nota fue publicada originalmente en inglés por Suzy Strutner en HuffPost Home. La traducción es de Marinés Arroyo.