Raúl Méndez, de narco a corredor de autos

Raúl Méndez, de narco a corredor de autos

Raúl Méndez nos hizo enojar y también llorar con la muerte de su personaje de "Chacorta" en la narco-serie "El Señor de los Cielos". Para el actor mexicano ese fue un ciclo de su carrera muy bonito, pero él asegura que es importante seguir creciendo y pasó de ser un narco a un corredor de carreras siendo el único latino en formar parte del Toyota Grand Prix Celebrity.

El actor de "Texas Rising", "Sense8", "Narcos", "El Incidente" y la trilogía de "El Señor de los Cielos", habla en exclusiva con HuffPost Voces de lo que sigue en su carrera, y cómo fue pasar de ser conocido en México, a una persona anónima en Estados Unidos.

De "El Señor de los Cielos" a las carreras de autos...
(Risas) Es un muy bien chiste, ya veo el título "Del narco a las carreras" o "¿Qué hay entre el narco y las carreras?" (risas)... Pues hay un año donde tomas decisiones muy importantes a nivel personal, profesional; pero también el actor tiene que crecer y buscar nuevos retos, nuevos proyectos que a uno lo hagan crecer como persona y como actor, entonces tomé la decisión de agarrar mis maletas y venirme a Los Angeles a crecer, a exigirme, competir en otros niveles; y dentro de esa necesidad de competencia, pues apareció una que es literal, que es la competencia de los autos, y en este caso me siento muy orgulloso de haber sido el único latino en este 2015 de competir en el Gran Prix.

Antes de este proyecto, ¿cuál era tu relación con los autos, con las carreras?
Yo tuve la fortuna de que mi padre de muy pequeño me enseñó a andar en automóvil, siempre me hizo muy responsable, pero también me dio la libertad de sentirme con la confianza de tomar un carro y, sin ser irresponsable, pero sí de poderlo manejar con seguridad; entonces siempre los autos han sido para mí como una cosa de pasión con respeto, no tanto a la velocidad como tal, sino al carro en sí. Me parece maravilloso que algo que uno vivió desde muy joven, ahora pueda tener esta oportunidad de correr... Como actor creo que aún más, de pronto te toca un personaje que es corredor de automóviles, al fin del día lo último que haces es correr, el stunt driver lo hace y tú pones la cara de que estás manejando, quedas en visión de poder, ahora estar viviendo esta realidad y de poder estar en esta competencia, y darse también la oportunidad de hacer un sueño realidad.

¿Cómo fue para ti comenzar de nuevo en Los Angeles, desde el anonimato?
Yo creo que todo al final es consecuencia de las cosas que uno imagina y que uno sueña. Llego a Los Angeles no con la intención del Hollywood, gracias a la vida y a las oportunidades que tuve en México, trabajé en varios proyectos muy grandes de Hollywood, varias películas, entonces eso no era lo que me quitaba el sueño de venir. Es más bien el poder tener la posibilidad de competir, de una manera mucho más exigente, con compañeros de todo el mundo, con capacidades mucho más ambiciosas. De entrada no extraño a mi país porque tienen cosas muy parecidas, en particular la cuidad de México con Los Angeles, pero lo que sí puedo decir es que la tranquilidad que tengo es única, esto es el primer mundo, y la manera de poder tener una vida más tranquila es algo que agradezco mucho. Lamentablemente mi país está pasando por muchas situaciones muy incómodas, que más allá de beneficiar, perjudica mucho a la sociedad, y en particular el actor creo que tiene que estar tranquilo emocional y físicamente para poder interpretar lo mejor posible a sus personajes, y al momento que tu ámbito social está siendo alterado por la situación política y social, pues hay buscar mejores condiciones de vida.

¿Cómo es tu vida en Los Angeles?
Pues tengo que ser autosuficiente, gracias a Dios en México hay maneras, facilidades que te pueda ayudar. Acá los servicios son más caros en general, entonces ahora tiene que hacer uno todo, ya no te puedes ir a comer todos los días a un restaurante, hay que cocinar en la casa. Pero buenísimo porque te vuelves una persona más sana, buscas la manera de alimentarte de una forma más sana, de salir menos, de gastar menos en cosas que a lo mejor no son necesarias. México es una cultura muy social, entonces todos los días hay un pretexto para salir a tomar una cerveza, una copa de vino y acá en Los Angeles la gente está más ocupada de su trabajo o con su familia. A mí me resulta conveniente en este momento estar en un sistema así, donde hay que trabajar mucho más en uno y no estar distraído con todas las cosas que la cultura social te ofrecen.

¿Qué sientes que aprendiste con esta experiencia?
Puff, que no somos nada, de pronto con dos o tres proyectos que funcionen, por lo menos en México, te pone la gente en los medios, te ponen en los cuernos de la luna. Y cuando de pronto te sales de esa zona de confort, y entras a un lugar como Los Angeles donde literalmente no eres nadie, más que un ser humano más caminando, es cuando te das cuenta que hay tantas cosas que releer, tantas cosas todavía que vivir, es importante porque de pronto tendemos a subirnos a un ladrillo y marearnos. No somos nada, realmente hay que seguir buscando la manera de entender, no solo a nivel profesional ni personal, el gran aprendizaje es eso, no hay que creerse nada porque no somos nada, hasta que uno se muere y por ahí deja una leyenda.

Raúl Méndez

Raúl Méndez

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