Una vez más el mundo del fútbol se encuentra de luto por la intempestiva muerte de un joven atleta.
El jugador Gregory Mertens murió el jueves, tres días después de haber sufrido un infarto en pleno entrenamiento del equipo Lokeren, de la primera división de Bélgica.
"Con tristeza, anunciamos el fallecimiento de Gregory Martens", comunicó el club.
Mertens de 24 años se desplomó el lunes durante la práctica del equipo. Cayó en coma y aunque los médicos trataron de operarlo, las complicaciones tuvieron un desenlace fatal.
La directiva del Lokeren aclaró que Mertens fue sometido a múltiples estudios durante su carrera y nunca hubo indicios de que sufriera algún problema cardíaco. Debutó en 2011 con Cercle Brugge y fue traspasado en enero a Lokeren.
Son ya varios los trágicos decesos de futbolistas por males cardíacos, sin que hasta el momento se pueda establecer una causa común. La FIFA publicó una serie de medidas para tratar de reducir la incidencia de estas muertes.
"Algunas enfermedades cardíacas congénitas van desarrollándose a lo largo de los años sin que nos demos cuenta. Pero en un momento dado, el ejercicio intenso puede desequilibrar el músculo cardíaco enfermo y causar una parada cardíaca. Las revisiones médicas regulares pueden salvar muchas vidas." señaló el organismo en su sitio web.