Desde la emblemática Torre de la Libertad, en Miami, el senador republicano Marco Rubio anuncia que se postula para la presidencia de Estados Unidos y así se une a otros aspirantes republicanos a la Casa Blanca en la batalla del 2016.
Marco Rubio es hijo de inmigrantes cubanos y eligió el edificio miamense -símbolo de los refugiados de la isla caribeña que llegaron a Estados Unidos después del triunfo de Fidel Castro- para anunciar sus aspiraciones políticas. El anuncio coincide con el nacimiento de Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos y autor de la Declaración de Independencia de EE.UU.
El senador reiteró que se considera "el único calificado" para competir por el Partido Republicano y para "defender el sueño americano".
Los analistas políticos estaban seguros desde hacía tiempo que el senador floridano mostraba credenciales políticas con vistas a la batalla por la Casa Blanca. Quizás su ascenso en la conciencia nacional - cuando se creía que podría ser candidato a vicepresidente y atraer suficientes votos latinos para que Mitt Romney fuese presidente - fue demasiado rápido.
Rubio ha trabajado en el último año en ser reconocido por la opinión pública fuera de Florida, el estado donde ha desarrollado su carrera política.
Marco Rubio puede ser un candidato interesante para ver cómo responde el voto latino. Es presidente del Subcomité para Latinoamérica del Senado y dispone de una importante logística para la recaudación de fondos.
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