Han pasado seis meses desde que 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa desaparecieron en Iguala. La flama de la indignación no se ha apagado y ha desencadenado en continuos enfrentamientos entre jóvenes y la policía de Guerrero, México.
El pasado 28 de marzo, un grupo de estudiantes fue interceptado por policías en Chilpancingo, capital del estado. Testigos grabaron en video la agresión de los uniformados con piedras y gases lacrimógeno. El autobús en el que se desplazaban los estudiantes, quedó maltrecho.
En otro acto, cerca de Ayotzinapa, en Tixtla, estudiantes y miembros de organizaciones civiles, incendiaron patrullas de la policía y retuvieron a autoridades al menos por una hora.
La versión oficial sobre los hechos del 26 de septiembre de 2014 de la Procuraduría General de la República, es que un grupo de sicarios y policías municipales de Iguala, secuestraron, ejecutaron e incineraron a 43 estudiantes. Para deshacerse de la evidencia, arrojaron las cenizas a un río.
Esta hipótesis se basa en declaraciones de criminales detenidos, ya que las pruebas forenses son sumamente débiles. Las inconsistencias en la investigación, han despertado la incredulidad de los padres de familia y organizaciones de defensa de derechos humanos, por eso los reclamos siguen a medio año de distancia.
Guerrero se ha convertido en el epicentro de la inconformidad social. A meses de las elecciones 2015, hay voces que llaman a cancelar los comicios por las nulas condiciones de seguridad.
"Sin legalidad ni justicia alguna con los desaparecidos de Ayotzinapa y sin castigo a los culpables de miles de muertos no se pueden realizar elecciones que pretendan ser democráticas", escribió en su columna de este lunes en La Jornada, Guillermo Almeyra.
The New York Times llamó la atención sobre la situación que vive Guerrero desde la desaparición de los normalistas: "Guerrero, con un monstruo en las montañas, busca mantener la esperanza", es el título de un documental en su sitio web, que retrata la penosa realidad de una de las entidades más pobres y marginadas del país.
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