América Latina está harta de su clase política (Primera Parte)

América Latina está harta de sus políticos (Primera Parte)

Miles de manifestantes protestan en las calles contra la corrupción del gobierno, la crisis económica y la inseguridad: Esta imagen puede provenir de cualquiera de las principales capitales de América Latina, el fenómeno del enojo social hermana una vez más a la región.

Buenos Aires, Caracas, Ciudad de México y Río de Janeiro, son testigos del abierto descontento de varios sectores populares con la clase política: su incapacidad para responder a las demandas es el principal eje sobre el que giran los reclamos.

Manifestaciones kilométricas por las principales avenidas y activismo en las redes sociales dan cuenta del músculo de la gente común, que cada vez es más consciente de su fuerza. La respuesta de los mandatarios, blancos principales de los reclamos, varía de nación en nación, pero tiene el común denominador de la auto complacencia que intenta combatir con demagogia los problemas de una población en el subdesarrollo.

Hace cinco años se desencadenó el fenómeno calificado como la 'Primavera Árabe', en la que una cadena de conflictos y reclamos democráticos estremeció hasta a las más recalcitrantes dictaduras. Sólo la historia determinará si estamos ante una circunstancia similar:

El domingo pasado se realizó la protesta más multitudinaria en la era del Brasil democrático. Tan sólo en Sao Paulo, un millón de personas salieron a las calles para gritar consignas en contra el gobierno de Dilma Rousseff, cientos de miles más replicaron la manifestación en otras importantes ciudades.

"Fuera Dilma" se podía leer en pancartas fotografiadas por las cámaras de los corresponsales internacionales que dieron cuenta del suceso.

La primera economía de la región se encuentra al borde de la recesión y los efectos se sienten directamente en los bolsillos de los brasileños, a los que les han subido los impuestos, al igual que las tarifas de gasolina y luz.

El tema de la falta de recursos para la educación sigue siendo un lastre que genera descontento, como quedó claro desde las manifestaciones previas a la Copa del Mundo 2014, en la que la población advirtió del despilfarro en la organización, en detrimento de los servicios públicos básicos. Ahora el ministro de Economía, Joaquím Levy, anunció más recortes al gasto público.

brazil protest
Cifras de la policía indican que el domingo salieron a protestar a las calles de Sao Paulo un millón de personas.

Petrobras, la principal industria petrolera del país, está consumida por la corrupción. Hace unas semanas detonó un escándalo de alcance internacional, cuando salieron a la luz desvíos de hasta 6,500 millones de dólares para el pago de sobornos a contratistas y políticos. Arrinconada por la presión social, Rousseff envió una iniciativa anticorrupción al Congreso, aunque es poco probable que logre amainar las críticas, pues antes de ser presidenta fue ministra de energía y presidenta del Consejo de Administración de Petrobras entre 2003 y 2010.

Sus críticos consideran imposible que no se haya enterado de tal grado de corrupción en la paraestatal.

“Rousseff dijo que la culpa de la crisis la tienen los otros países, no asumió sus culpas de la corrupción y dijo que había que hacer recortes cuando en la campaña electoral ni los había mencionado. Nos toma por tontos.", dijo a El País José Arménio, un vendedor de material quirúrgico, que se manifestó el domingo pasado.

La actitud esquiva de Rousseff ante los problemas le alejó de la clase media y más escolarizada de Brasil, pero también de la clase baja, donde tenía su bastión.

Una encuesta del Instituto Datafolha muestra que aún entre los más pobres la opinión es que el gobierno de Rousseff es 'malo' o 'pésimo', así lo constataron el 62% de los encuestados. Es la peor calificación para un mandatario de Brasil desde 1992 cuando Fernando Collor de Mello fue destituido por corrupción.

“La movilidad social avanzó en los dos primeros años del gobierno de Dilma, a pesar de los bajos índices de crecimiento económico. En cambio, a partir de 2013, se revela un escenario totalmente distinto y preocupante: se interrumpe un ciclo de mejoras iniciadas en 2004 para empeorar en forma significativa”, estableció Waldir Quadros, experto de la Universidad de Campinas, quien aseguró que la clase media (59%), es la que más sufre y migra hacia la pobreza.

Hace sólo cinco meses Rousseff fue reelecta por un estrecho margen de las votaciones. Ganó a Aécio Neves, del PSDB con el 51.54% de las preferencias en contra de 48.46%. Con los índices económicos tan preocupantes, Dilma podría haber logrado lo que no pudo en los comicios, unificar a Brasil entorno a un enemigo común, ella.

  • Dilma Rousseff
  • Índice de aprobación: 13%
  • Inflación subirá: 7.5%
  • El PIB caerá en 2015: 0.58%
  • Votos a favor en las últimas elecciones: 51.54%

El último año de gobierno de Cristina Fernández en Argentina quedará marcado por la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien fue encontrado sin vida en su departamento de Buenos Aires el 18 de enero, cuatro días después de haber denunciado a la mandataria por encubrir a los terroristas iraníes acusados de perpetrar el atentado en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que causó 85 muertos.

argentina protest

El 18 de febrero miles de argentinos, algunos políticos de oposición y seis fiscales, marcharon al Congreso argentino a la voz de 'justicia' por Nisman. Distintas versiones, incluida la de su ex esposa, apuntan a que el funcionario fue asesinado con un disparo en la cabeza. Una serie de irregularidades han puesto un velo de duda sobre la investigación oficial.

La respuesta de la presidenta a la consternación social ha sido déspota por decir lo menos. Calificó a la manifestación de "absurda y políticamente armada", a pesar de la asistencia aproximada que fue de 400,000 personas.

Para el difunto Nisman el gobierno argentino ha tenido expresiones igual de duras. "Su actitud fue una vergüenza", dijo en un acto público a principios de marzo Fernández. El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, fue más allá al asegurar que Nisman desvió recursos para salir con mujeres.

A Nisman "se le dieron los fondos para que descubriera a los responsables del atentado... él se mofó de las 85 víctimas porque usó los dineros para salir con minas (mujeres)", dijo Fernández a periodistas.

Este episodio ya le pasó factura a la presidenta en su popularidad que cayó al 29.8%, cuando antes de la muerte de Nisman era de 32.5%.

El clima económico tampoco es favorable para Fernández y su partido en la víspera de las elecciones. La desaceleración económica de la región, especialmente de Brasil, arrastra a la economía argentina.

"Actualmente, la economía tambalea en el eje del caos. Con pocas opciones disponibles para detener la sequía del dólar y facilitar la subida de los precios", estableció en un fuerte artículo sobre el presente y el futuro de la Argentina, la revista Foreign Policy.

El terremoto político y las amenazas económicas han empañado la imagen de la mandataria y la principal víctima sería Daniel Scioli, quien apunta para ser su sucesor, pero los votantes podrían castigar en las urnas la soberbia con la que se ha manejado en los últimos sucesos.

  • Cristina Fernández
  • Índice de aprobación: 29.8%
  • Inflación anual según estimaciones privadas 30%
  • El PIB se contraerá en 2015: 1.3%
  • Votos a favor en las últimas elecciones: 53.93%

"En contextos económicos difíciles, los escándalos de corrupción se hacen más notables", escribió en un artículo para El Universal de Venezuela Leda Piñero. "En una situación de crisis económica, eso genera una respuesta de indignación y de repudio, por más que los gobiernos intenten abrir procesos de investigación", secundó Kenneth Ramírez, presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri).

Popular in the Community

Close

What's Hot