El papa Francisco está preocupado porque su país natal, Argentina, puede sufrir el mismo destino que México, azotado por el narcotráfico y la corrupción.
“Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”, Hizo saber en una carta a su amigo, el legislador Gustavo Vera.
El Sumo Pontífice calificó así, "de terror", la situación de México. En el país actualmente hay 23,271 desparecidos, según cifras oficiales.
A la oleada de crímenes de parte de la delincuencia organizada, se ha unido una serie de escándalos dentro la clase política por corrupción y conflicto de intereses, irregularidades que han alcanzado hasta al presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
La palabra 'mexicanización' no gustó al gobierno de México, que lo consideró un estigma. La Secretaría de Relaciones Exteriores indicó que enviará una nota diplomática a el Vaticano.
"Manifestamos tristeza y preocupación por este comunicado", dijo José Antonio Meade, titular de la secretaría. "No se debe estigmatizar a México por éste tema".
Vera había informado previamente al papa del "crecimiento sin pausa del narcotráfico" en Argentina. Este activista es conocido por su trabajo contra la trata de personas y la esclavitud. Como arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, siempre lo respaldó.
De igual manera el gobierno argentino no pasa por el mejor momento de credibilidad. La presidenta Cristina Fernández vive un momento álgido, luego de la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman, quién la acusó de encubrimiento de terroristas. La semana pasada miles salieron a las calles a exigir el esclarecimiento de los hechos.
Ésta es la carta completa que el papa Francisco le hizo llegar a Vera, y que éste hizo pública.
Querido hermano:
Gracias por tu correo. Veo tu trabajo incansable a todo vapor. Pido mucho para que Dios te proteja a vos y a los alamedenses. Y ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror.
Mañana me voy, por una semana, a hacer Ejercicios Espirituales con la Curia Romana. Una semana de oración y meditación me hará bien.
Te deseo cosas buenas. Saludos a tu madre. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.
Fraternalmente,
Francisco.
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