El entorno de Lionel Messi es agitado. Hay muchas versiones de que su etapa como jugador del Barcelona se ha agotado y él mismo ha mandando algunos mensajes dentro y fuera de la cancha que alimentan los rumores.
Este lunes previo a la entrega del Balón de Oro, el rosarino dijo que su futuro como culé no está garantizado.
"No sé si en el futuro jugaré en Newell's y tampoco sé dónde estaré el año que viene. Como dijo Cristiano, el fútbol da muchas vueltas y puede pasar cualquier cosa", expresó en conferencia de prensa junto a los otros dos finalistas Cristiano Ronaldo y Emanuel Neuer.
Versiones periodísticas apuntan a que la relación de Messi con el entrenador del Barcelona, Luis Enrique, no es buena. Los desencuentros incluyen un enfrentamiento público en una práctica, y la ausencia del jugador en el entrenamiento de principio de año.
Después de una buena actuación el fin de semana frente al Atlético de Madrid, Messi salió a dar la cara para dar su versión de los hechos.
"Me pintan como que manejo el club y soy uno más. No pedí que echaran a Luis Enrique ni nada, ni quiero irme a ningún lado. Todo mentira. No exigí nada para quedarme porque no tengo ninguna intención de irme", dijo en entrevista con BarçaTV.
Leo se presentó por octava vez consecutiva a la final del Balón de Oro, esta vez en una situación anormal, pues no era considerado como favorito, para recibir el trofeo que ha ganado cuatro veces en su carrera.
Aún queda un largo trecho de la temporada y los rumores seguirán, sobre todo si Barcelona no regresa a la senda de ganar títulos.