Hace cuatro años la masacre de 72 migrantes centroamericanos en el estado de Tamaulipas, México, consternó a la opinión pública. El gobierno mexicano se aprestó a responsabilizar al cartel de Los Zetas, sin embargo, cuatro años después se da a conocer que en el crimen participaron también oficiales de la policía.
A pesar de que las autoridades federales clasificaron como secreta la información por 12 años, una orden del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (IFAI), orilló a la Procuraduría General del República, a revelar que al menos 17 policías municipales de San Fernando, interceptaron a migrantes y los entregaron al grupo delictivo.
“En base a (sic) las declaraciones de los siguientes inculpados (…) quienes refieren participación de los elementos de la policía municipal de San Fernando, desde cubrir labores de halconeo, intercepción de personas y omisión en su deber en la observancia de delitos cometidos por miembros de la organización criminal ‘Los Zetas’, citando además que recibían pago por parte de esta organización criminal”, señala el informe que la PGR fue obligada a entregar al National Security Archive, quien exigió la información.
Este reporte oficial revelado por la National Security Archive, implica a agentes del orden también en la matanza de otros 193 migrantes, encontrados en 2011 en fosas comunes.
En 2010 se descubrieron los cadáveres de 72 migrantes masacrados en San Fernando, Tamaulipas. Dos sobrevivientes dijeron que miembros del cartel de Los Zetas, los asesinaron por negarse a unirse a sus filas.
Diversas publicaciones como Animal Político, explican que la policía entregaba a los migrantes que buscaban llegar a los Estados Unidos, a Los Zetas, quienes exigían que se unieran a sus filas, o serían ultimados.
Otra vez se descubre que parte de la policía mexicana es una extensión armada de los carteles de la droga. Así sucedió en Iguala, Guerrero, donde fueron oficiales los que atacaron y entregaron a 43 estudiantes a un grupo criminal, que supuestamente los masacró.
"Una vez más se vuelve a constatar que varios policías son sicarios con sueldo", dijo Denise Dresser, en el programa Aristegui Noticias.
Hay que hacer hincapié en la opacidad del gobierno mexicano, que busca ocultar información trascendental como ésta. Sólo con la persistencia de organizaciones defensoras de derechos humanos y de los derechos de los migrantes, se han logrado conocer estas atrocidades.
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