Luego de que el presidente Barack Obama anunciara la liberación de Alan Gross, quien estuvo encarcelado por 5 años en Cuba, y hacer una introducción sobre los cambios en las relaciones de los dos países, HuffPost Voces salió a las calles de Miami para saber qué opinaba el exilio cubano.
Estuvimos en el "Parque del Dominó" en la calle 8 de la Pequeña Habana, donde las personas mayores jugaban como si nada hubiera pasado. En cambio, en el emblemático Café Versailles donde se reúnen a hablar de Cuba, se mezclan ciudadanos comunes con políticos, nos encontramos con pasiones encontradas, con pocas esperanzas y muchos enojos.
Y con la misma dualidad, aquella persona que gritaba "Obama nos traicionó", "Obama es un cobarde", cuando se apagaban las luces y se bajaban los micrófonos, cambiaban el insulto por un: "Mima, ¿ya te dieron un cafecito?", "M'hijta tómese este vasito de agua que el sol está fuerte y le va a hacer mal".
Así es el sentimiento que se vive en Miami, entre los mayores enojados y desilusionados, y los jóvenes que ven una esperanza de paz, y en el medio de todas esas pasiones, la amabilidad y preocupación por el otro.