Estás sin pareja. Pero quieres tener pareja. Un amigo te presentó por ahí a un buen prospecto, y el entusiasmo de un posible romance te ha invadido de pies a cabeza.
Es natural que se te antoje que tomen un café juntos. O que vayan al cine. O quizá hasta prepararle una cena casera. Pero ojo: apenas se trata de los primeros encuentros entre ustedes, así que no querrás cometer errores que provoquen que te quedes en tu misma situación de soltería.
Hace poco te compartimos una valiosa lista de cosas que no debes decir ni hacer en la primera cita si verdaderamente quieres que haya ocasión de una segunda. Hoy, Valeria Schapira, especialista en relaciones del sitio de citas online Match.com, te da la receta perfecta para que esa persona a quien recién estás conociendo no salga despavorida huyendo de ti.
Si quieres seguir provocándole maripositas en el estómago a quien te trae babeando, por favor, por lo que más quieras, no cometas ninguno de estos 8 garrafales errores que Schapira comparte.
No preguntes demasiado. Los básicos, por supuesto que sí, pero nadie tiene ganas de ser sometido a un interrogatorio policial. Es lógico que quieras saber el estado civil de la persona que estás conociendo, pero de ahí a preguntarle cuánto gana en su trabajo, por ejemplo, hay un largo trecho.
No bombardees con mensajes. Ni con SMS ni con Whatsapp ni con chats ni con nada. A nadie le gusta sentirse acorralado. El intercambio debe de ser fluido y, para que esto ocurra, es importante que los tiempos de ambos confluyan.
No seas reiterativo(a). Lo que digas, preguntes o hagas, que sea una sola vez. Si la otra persona está en condiciones –o desea– de registrar tu acción o tu dicho, lo hará. El silencio también habla.
Evita la desesperación. Si estás soñando con casarte de blanco, tener cinco hijos o irte con a esa persona a vivir a una montaña, evita remarcarlo en las primeras citas.
Paso a paso. Si recién lo o la conoces, no te "instales" en territorio ajeno con tus pertenencias. Nadie se cree ya los olvidos de cepillos de dientes y demás. Si no te invitan, no invadas.
Evita hablar del pasado. Reserva tu catálogo de historias sentimentales para tu diario íntimo. Si la relación se afianza, podrán ambos ir conociéndose y confiándose más cosas.
No lo o la atosigues intentando meterlo(a) en tu mundo de golpe. Las presentaciones familiares, amigos, etcétera, deben ir dándose de manera gradual, como todo en esta incipiente relación.
No exageres tus virtudes. Hemos hablado hasta el hartazgo de ser auténtico. No hace falta que "infles" tus bondades. Quien te quiera, te querrá por lo que eres, no por lo que exageres.
En resumen: tran-qui-lí-za-te. En serio, tómate el asunto con calma. Si el destino los quiere juntos, acabarán juntos. Si no son el uno para el otro, no te martirices. Ten por seguro que en algún otro sitio hay alguien esperando por ti.
Pero por favor, sin importar si la conquista marcha bien o si terminas el año sin pareja, no hagas dramas.
Before You Go
