Cualquiera que haya intentado surfear sabe lo difícil que puede llegar a ser. El deporte requiere aguante, fuerza, balance y agilidad.
Pero Bethany Hamilton hace que el surf parezca algo sencillo –y ella lo hace solamente con un brazo.
En 2003, cuando tenía 13 años de edad, Hamilton perdió su brazo izquierdo tras un ataque de tiburón mientras surfeaba en las aguas de Kauai, en el archipiélago de Hawái. Aún determinada a convertirse en surfista profesional, Hamilton regresó al agua solo un mes después del incidente. En 2007, se volvió pro.
Hamilton explica cómo hace todas sus maniobras sobre la tabla, y definitivamente necesita ser creativa con su técnica. A veces, por ejemplo, se para en la tabla para lograr un profundo duck dive e instala unos mangos improvisados para mantener el control.
Cuando se trata de remar, Hamilton se burla de la idea de que eso sería difícil –"No voy en círculos cuando remo”, dijo. "Me voy derechito".
A pesar de que volver a aprender a surfear fue un proceso complicado, la persistencia de Hamilton nunca flaqueó y ella sigue manteniendo una actitud positiva.
"Es casi algo bueno que haya ocurrido cuando era niña. Te adaptas mejor cuando eres joven", dijo. "Soy feliz por nunca haber desistido".
Y debería estarlo. A principios de esta semana, Hamilton ganó el Surf-N-Sea Pipeline Women's Pro y actualmente trabaja en un documental biográfico llamado "Surfs Like A Girl".
--Esta nota fue publicada originalmente en inglés por Landess Kearns en HuffPost Sports. La traducción es de Sonia Ramírez.