Giselle Blondet dice sentirse en su mejor momento, y por eso, el año pasado cuando decidió salir de Univision, se atrevió a confesar, por primera vez su edad. Esa liberación la llevó a dar un paso más allá, y escribió su primer libro: "Tengo 50 ¿y qué?".
En esta especie de diario de su vida, compartir sus experiencias como si estuviera hablando con su mejor amiga y a la vez aconsejar a través de sus vivencias, Giselle toca momentos duros y difíciles en su vida, como la muerte de su madre, y el terrible instante en donde tuvo que firmar papeles para que la resucitaran o para que no la mantuvieran viva con aparatos.
Pero sin duda lo que te va a sorprender mucho será lo que por primera vez habla en el capítulo llamado "El Perdón" en donde confiesa que estuvo casada con un hombre al que no quería, que era alcohólico, y le robó todo el dinero que había conseguido en base a los sacrificios en su carrera.
"Tengo 50 ¿y qué?" es un libro dedicado a las que "Gigi" llama "las tonas", que van desde las "treintonas", a las "noventonas", porque todas las mujeres tienen algo que compartir o alguna vivencia que lograron, o necesitan superar, como el segundo matrimonio de Blondet, en donde ella confiesa que, aunque no le gusta usar esa palabra, vivió un infierno.
"Yo viví una relación que no fue bonita para mí, me sentí juzgada por mucho tiempo porque las personas no sabía las decisiones por qué las había tomado. Yo me casé sin querer casarme, con una persona que realmente no quería, entonces me casé por pena, porque me sentía agradecía en muchos aspectos con esa persona... Viví una especie, no quiero usar la palabra infierno, pero viví situaciones muy difíciles que no eran necesarias", explica y sigue.
"Me casé sin que mi padre, ni mi madre lo supieran, se enteraron en el momento que lo iba a hacer, después viví una relación con un hombre alcohólico que se quedó con todo mi dinero... Cuando yo escribí eso fue primero pensando en no hacerle daño a esa persona que espero que esté bien, y mostrarle a la gente que eso le puede pasar a todo el mundo y que lo importante es que uno las pueda superar y salir adelante. Cuando escribí ese capítulo me di cuenta que yo no había perdonado del todo, que yo creía que había perdonado, pensaba que me había liberado de ese recuerdo, y no. Lo escribí con mucho cuidado para no hacerle daño a esa persona y cuando lo vi, no podía parar de llorar. En un momento pensé quitar todo lo escrito, se lo mostré a mi hija Gabriella que yo nunca le había hablado de eso, y fue sanador para mí, yo no sé si ya he perdonado completamente, pero ahora siento que si me encuentro con esa persona puedo decirle 'Ya te perdoné', asegura con valentía.
Giselle dice que pudo superar ese capítulo amargo, aunque aún le quede por sanar, pero apostó nuevamente al amor y después de esa mala experiencia se casó muy enamorada con el padre de sus dos hijos menores, Gabriella y Harold Emmanuele, y aunque ese matrimonio tampoco pudo durar toda la vida, hoy se siente lista y preparada para volver a enamorarse.
Otro de los capítulos difíciles dentro de su libro, es el que habla de la enfermedad y muerte de su adorada mamá.
"Yo escribí eso pensando en que yo podía darle a la gente una fórmula para superar algo tan duro como eso, y en el camino me di cuenta que esa fórmula no existe, que es un día a la vez. Uno también tiene que aceptar los momentos que está triste pero con el compromiso y la seguridad de que uno va a salir adelante", asegura emocionada Giselle.
De todo lo que cuenta, la querida Blondet habla del momento en que su mamá estaba grave en el hospital, y los doctores le pidieron que firmara un papel donde autorizaba a la reanimación de su madre en caso de que presentara alguna crisis o paro cardíaco.
"Fue el momento donde tuve conciencia que mi mamá se podía ir, porque yo tuve que firmar este documento si ocurría algo que ellos llamaban un 'código azul'; yo estaba firmando para que a ella la pudieran resucitar y yo no puedo olvidar que mi mano temblaba de una manera increíble, yo trataba de firmar mi nombre y no podía, y yo quisiera ver ese papel porque yo sé que esa letra era tan y tan pequeñita", cuenta, y no puede evitar las lágrimas recordando.
Sin embargo, pese a que pasaron dos años de su partida, Giselle confiesa que su mami está presente en todo en su vida, y que comparte y habla con ella a diario.
"Ella está muy feliz, yo estoy segura, digo, enojada porque estoy diciendo mi edad que eso a ella no le gustaba para nada... Mi mamá siempre estaba conmigo, ella quería que yo fuera una persona feliz, que lograra todo lo de mi línea de joyería, mi ropa de cama, en todo lo que me está ocurriendo ella dice presente de alguna manera. Ayer, en Orlando, me entregaron la llave de la ciudad y de momento me sorprendieron con el hecho que estaban nombrando el 5 de noviembre el 'Día de Giselle Blondet' y ese día mi mamá cumplió dos años de muerta [se emociona], así que se lo dedico a ella. Sé que estoy llorando un poquito, pero cada vez que me acuerdo de ella celebro su vida, ya no son tantos los momentos en los que estoy llorando su muerte, sino que estoy modificando esos momentos donde yo celebro cada minuto que la tuve conmigo, es un ser demasiado especial", dice, y no puede dejar de llorar.
Sin embargo ese gran vínculo puede dar paso a un segundo libro compartiendo las vivencias con su madre cuando estaba viva y todo lo que ha vivido ahora que ya no está físicamente con ella.
"Tengo 50 ¿y qué?" ya se encuentra a la venta en libro impreso y en versión digital..
