El cachorro Simon acaba de ver una cara en el espejo que le resulta muy familiar.
Cuando la dueña de Simon, Amy, deja de maquillarse y pone su espejo en el suelo, regresa para encontrar a su cachorro mirando su reflejo. De hecho, el perrito está tan cautivado que empieza a asomar su nariz alrededor del vidrio para intentar encontrar la misteriosa criatura que lo miraba desde el otro lado.
No sabemos cómo decirle que su búsqueda es un caso perdido, ¡pero admiramos su perseverancia!
La versión original de este artículo fue publicada en inglés por Avery Stone en HuffPost Comedy.
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